La Federación de Municipios y Provincias (FEMP) se ha decantado por Chiclana entre los municipios españoles seleccionados como experiencia piloto para impulsar el termalismo en España. Una iniciativa que cuenta con el respaldo de fondos europeos Next Generation.
De este modo, el alcalde chiclanero, José María Román, ha presidido la reunión de la FEMP para impulsar Chiclana como villa termal, una de las más singulares del país, con el único balneario de la provincia de Cádiz y también de Andalucía Occidental.
La FEMP se está apoyando en Archena, Arnedillo, Baños de Montemayor, Lobios, O Grove, Trillo y la propia Chiclana para elaborar un plan de acción que explore todas las posibilidades de este tipo de turismo y sirva para todas las villas termales.
Román ha agradecido que se le haya escogido entre las ciudades y los más de 90 balnearios que operan en el Estado, “porque Chiclana es muy singular dentro de la red porque la mayoría están en el interior y en localidades de menos de 2.500 habitantes y nosotros somos un destino de costa, dentro de una gran ciudad que no olvida su historia ni su cultura termal”.
En el encuentro, se anota en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el primer edil socialista ha estado acompañado por sus concejalas de Presidencia y de Turismo Sostenible, Ana González y Manuela Pérez, respectivamente; la presidenta de la Plataforma de Comerciantes de Chiclana, Ana Belén Mota; el propietario del balneario de Chiclana, Miguel Mirones; así como representantes del sector empresarial local.
Mirones ha insistido en que Chiclana “es la única villa termal de Cádiz y de Andalucía Occidental, así que somos un referente en esta zona y no vamos a competir con la oferta de bienestar de los hoteles, que es muy importante; nos vamos a diferenciar porque somos los únicos con unas prestaciones sanitarias y terapéuticas, respaldadas por un equipo médico”.
“CONVERTIR A ESPAÑA EN LÍDER DEL TURISMO TERMAL SOSTENIBLE”
El proyecto busca reforzar la identidad cultural de los pueblos y ciudades con aguas mineromedicinales, que los clientes de los balnearios aprovechen los recursos naturales y culturales del entorno y que la ciudad también se beneficie “de estos visitantes que llegan para disfrutar de un turismo tranquilo, en todas las épocas del año”. Entre los retos también se encuentran revitalizar la imagen del turismo termal en España y garantizar la accesibilidad y la inclusión en el termalismo.
La Red de Villas Termales se fundó en la década de los 90 del siglo pasado y en ella están incluidas 74 ayuntamientos de diversas comunidades autónomas que utilizan aguas mineromedicinales, bien a través de balnearios, que cuentan con pozas o con plantas embotelladoras.
Entre las futuras líneas de trabajo está la investigación de las propiedades del agua y sus beneficios terapéuticos o la diversificación de las experiencias turísticas. También se ha apuntado como vía de crecimiento ofrecer el balneario a deportistas extranjeros; en el caso de Chiclana, en otoño e invierno suele acoger a deportistas y equipos que buscan un clima más aceptable para sus entrenamientos invernales.
El proyecto de la FEMP contempla un plan formativo para los profesionales del sector turístico y está previsto que termine en marzo de 2025. Aunque ya se trabaja en poder darle continuidad porque en el diagnóstico de las villas figura que casi la mitad no cuenta con un plan estratégico, ni dispone de técnicos especializados en turismo o en sostenibilidad, entre otras carencias, por tratarse de localidades pequeñas.
El objetivo final del plan es crear un modelo de turismo termal como referente para las demás villas, “que no solo ofrezca experiencias turísticas sino que impulse la calidad de vida en los territorios y la experiencia de los visitantes, convirtiendo a España en un destino líder del turismo termal sostenible”.