El PP chiclanero ha entregado más de 2.500 alegaciones, recogidas entre vecinos, contra la subida de impuestos municipales en 2017: principalmente contra las subidas del IBI y de la tasa de basura, dentro del plan de saneamiento que el equipo de Gobierno dice haberse visto obligado a aprobar ante la posibilidad de que el Ministerio de Hacienda intervenga la economía local por su situación, de la que se culpa a la derecha. Los populares repiten que “lo que pretende el PSOE es obtener el dinero para repartir y callar bocas, que no nos demos cuenta de que se está despilfarrando”.
El PP ha entregado en el Registro del Ayuntamiento de Chiclana las más de 2.500 alegaciones recogidas en los últimos días contra la subida de impuestos recogida en las ordenanzas fiscales de 2017: principalmente contra las subidas del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de la tasa de basura, que forman parte del plan de saneamiento municipal que el equipo de Gobierno dice haberse visto obligado a aprobar ante la posibilidad de que el Ministerio de Hacienda intervenga la economía local por su situación, de la que se culpa a la derecha, precisamente por sus bajadas “temerarias y electorales” del IBI en el mandato anterior. Este miércoles 14 se cerraba el plazo de alegaciones.
El presidente de los populares en la localidad, Andrés Núñez, que ha encabezado la entrega de estas alegaciones, interpreta que “la calle nos ha lanzado un titular claro, que no es otro que ante el robo y la poca vergüenza política del PSOE y Ganemos, Chiclana se ha rebelado”. Resalta que “en menos de 10 días, en los que el PP, gracias a afiliados y simpatizantes, ha estado en la calle, hemos superado las 2.500 alegaciones. Una cifra que es la que ha podido reunir el PP, y a la que habrá que sumar las recogidas por otros colectivos de la ciudad”. Para facilitar este proceso a los vecinos, el partido ha elaborado una alegación modelo para quien la quisiera usar.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el principal partido de la oposición considera que eso que llama “rebelión de la calle” contra la política económica del bipartito “se debe a “una subida de impuestos del 20% en el IBI y del 4% en la tasa de basura municipal, además de en un ataque concreto hacia los comerciantes del mercado de abastos, a los que el Gobierno local les duplica la tasa para recaudar 3.000 euros, cantidad que curiosamente es lo que se ha gastado el alcalde en iluminar su despacho”.
En el discurso del PP no hay novedades, y por enésima vez se repite que “desde el primer día dijimos que el PSOE lo que quiere es que los ciudadanos paguemos sus fiestas. Es un hecho que no se puede consentir”.
Núñez recalca que “esto ya no es una cuestión de ideología, sino de vergüenza política. En unos años de dificultades económicas, el Gobierno del PP dirigido por Ernesto Marín consiguió una bajada del 30% en el recibo del IBI, se materializó además la revisión de los valores catastrales, y tras esto nos encontramos que de nada ha servido el esfuerzo, porque el PSOE, con la complicidad de Ganemos, lo que quiere es despilfarrar”.
“EL PSOE QUIERE DINERO PARA REPARTIR Y CALLAR BOCAS”
Quien es también portavoz municipal del PP recurre a “una frase de la expolítica británica Margaret Thatcher, quien dijo que ‘el socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero de los demás’. En este caso, lo que nos damos cuenta es de que la verdadera cara del socialismo se descubre cuando se acaba el dinero. Lo que pretende el PSOE es obtener el dinero para repartir y callar bocas, que no nos demos cuenta de que se está despilfarrando, con contratos a sus amigos, sillas e iluminación de lujo para el alcalde, y subvenciones a diestro y a siniestro, salvo para colectivos con fines asistenciales, a los que se les ha quitado 2.000 euros este año. Es una vergüenza contra la que la ciudadanía tiene que rebelarse”.
Termina señalando Andrés Núñez que su formación “no se quiere quedar solo en la crítica a la subida de impuestos”, Y recuerda que hace meses “hicimos un análisis de la situación económica del Ayuntamiento y demostramos que había otra manera de gestionar el dinero público sin subir impuestos. Y después llegó un informe de la Junta de Andalucía que decía que el Ayuntamiento tenía 14 millones de euros en el banco y que el alcalde no paga a los proveedores porque no quiere”.
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