El estudio de soluciones de defensa contra inundaciones del río Iro, en Chiclana, será una realidad en el primer trimestre de 2022, una vez que la adjudicataria de dicho contrato, la consultora Idom, ya ha comenzado con las tareas encaminadas a la elaboración del mismo, para lo que cuenta con un plazo de 11 meses como máximo.
La elaboración de este estudio encargado por la Junta de Andalucía va a coincidir en el tiempo con elaboración del mapa de riesgos y peligrosidad de la Demarcación Guadalete-Barbate, que actualmente también está elaborando la Junta. De esta forma, los resultados y conclusiones que se obtengan del caso particular de Chiclana pueden trasladarse a dicho mapa de riesgos y, por tanto, exista consonancia entre ambos documentos.
A colación, el alcalde, José María Román, ha recordado que “hablamos de un documento en el que se han centrado las principales demandas de este Gobierno municipal a la Junta en los últimos años y se considera fundamental para el desarrollo económico y urbanístico de la ciudad”. Teniendo en cuenta que el actual Plan de Ordenación Urbana (PGOU), pendiente de acabar tumbado por la Justicia, incluye importantes limitaciones en relación con esta materia, “éste podría modificarse y posibilitar la reducción de suelos inundables, una vez concluya este nuevo estudio”, ha subrayado.
Asimismo, el Consistorio ha trasladado a la administración autonómica su “total colaboración y predisposición” para trabajar conjuntamente con los técnicos de la Junta y la empresa consultora “con el único objetivo de obtener un informe final que responda de manera integral a la problemática de la inundabilidad en la ciudad y que contribuya a mejorar la vida en la misma”. “Así, contamos ya con proyectos y documentos técnicos redactados que ponemos a disposición por si los consideraran útiles para el trabajo que tienen que desarrollar”, resalta.
“Confiamos en que la determinación exacta de la lámina de agua que podría afectar a la inundabilidad en Chiclana, fundamentalmente, en las cuencas del río Iro y del arroyo Carrajolilla, o la definición de posibles soluciones que pudieran implantarse para reducir el impacto de este efecto en la ciudad sean algunos de los elementos que se pongan de manifiesto en este estudio de inundabilidad”, apunta el primer edil socialista, quien recalca que “sería, sin duda, un nuevo escenario en el que se podrían encontrar todas aquellas viviendas y parcelas que en la actualidad se ven afectadas por las restricciones que la norma urbanística les impone derivadas de los actuales límites de inundabilidad”.
“Somos conscientes de que uno de los problemas del PGOU es precisamente el de las zonas inundables, sobre todo, tras el estudio de inundabilidad de 2010, en el que buena parte de las cuencas del Iro y el Carrajolilla estaba calificada como inundable, por lo que confiamos en que el nuevo estudio liberes aquellos suelos que entendemos no deben estar calificados como tales”, insiste.