El alcalde de Chiclana, José María Román, ha visitado las obras que se están ejecutando por fin en el problemático edificio que acogerá algún día el centro de salud de Los Gallos. Unos trabajos, que ejecuta la empresa Grucal con un presupuesto de 943.000 euros, y que está previsto que finalicen a lo largo de junio.
En esta supervisión del “buen estado de avance de las obras” se ha podido comprobar las actuaciones que se están ejecutando en el interior del edificio, así como en sus cimientos, con el objetivo de solucionar los desperfectos que habían aparecido y eliminar los problemas de humedades.
“Una vez desde la Junta de Andalucía se proceda a instalar el mobiliario y al traslado del personal sanitario y de administración, el nuevo centro de salud de Los Gallos podrá abrir sus puertas”, apunta el primer edil del PSOE, esperando que su puesta en funcionamiento “antes de final del presente año”. La Junta, según el último convenio firmado en junio de 2016, se comprometía a recepcionar las instalaciones una vez adecentadas y ponerlas en uso cuanto antes.
En cuanto a las actuaciones que actualmente se están desarrollando en el futuro ambulatorio, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, estas consisten en la retirada de material bajo los cimientos, con el objetivo de solucionar los problemas de humedades en la zona inferior del edificio, creándose para ello una cámara de aire en el subsuelo. Asimismo, se está procediendo a la instalación de los aparatos de aire acondicionado, así como a la reparación de aquellos desperfectos surgidos en las instalaciones eléctricas y de fontanería, además de la reparación de grietas y desperfectos en las paredes exteriores.
Este centro de salud de Los Gallos, situado frente a la rotonda del Atún, del que se viene hablando desde hace años, atenderá a una población de unas 10.000 personas residentes en las zonas de la costa y buena parte del extrarradio. De esta forma, una parte importante de ciudadanos que actualmente acuden al centro de salud El Lugar, sito en la calle Jesús Nazareno, podrá ser atendido en estas instalaciones sanitarias, que deberían estar operativas desde hace tiempo.
UN AMBULATORIO… SIN FIN
La construcción de este controvertido centro de salud en el extrarradio fue adjudicada en su momento a la empresa Elsan Pacsa, hoy conocida como Elsan. Estos trabajos se financiaron con fondos procedentes de la Junta, en virtud del convenio suscrito entre el SAS y el Ayuntamiento en julio de 2004.
Finalizada la obra y conocidos los informes relativos a defectos observados en la construcción, en noviembre de 2010 se dictó un acuerdo por la Junta de Gobierno Local por el que se requiere a dicha empresa, para el reintegro de la diferencia entre las partidas ejecutadas y las certificadas, así como para la reparación y subsanación de los defectos, concediéndole un plazo de cuatro meses para su realización, bajo apercibimiento de ejecución subsidiaria a costa del contratista, con cargo a las garantías definitivas así como a las obligaciones de pago pendientes.
Interpuesto recurso contencioso-administrativo por dicha mercantil, en 2011 se acordó la suspensión de la ejecución del acto impugnado exclusivamente en cuanto a las obligaciones pecuniarias establecidas en la resolución originaria impugnada. Y ese mismo año, el Ayuntamiento requirió de nuevo a la empresa la ejecución de las obras necesarias de reparación y subsanación de las deficiencias. La contratista no respondió y en abril de 2015 se acordó ejecutar subsidiariamente esta reparación. A todo ello siguió el acuerdo firmado en diciembre de 2016.
Por otro lado, en junio de 2016 el SAS y el Consistorio escenificaron la rúbrica del protocolo que persigue la apertura de una vez de este ambulatorio estancado. La administración local se comprometía a realizar las actuaciones necesarias para subsanar los defectos de construcción del edificio y la Junta a adscribirlo a su red de centros sanitarios de atención primaria. Entonces se aseguraba que las obras la ejecutaría de forma subsidiaria la empresa municipal Emsisa, y que estarían rematadas a principios de 2017. Ninguno de los dos puntos se ha cumplido.
Las obras de culminación de estos trabajos se adjudicaron finalmente en verano de 2017 tras un proceso de adjudicación alargado por las ofertas “temerarias” presentadas al mismo. En el último trimestre del año comenzaron al fin los trabajos.