Un vecino de Chiclana denunciaba el pasado mes de diciembre ante la Guardia Civil haber sido víctima del robo de un móvil valorado en 850 euros mientras caminaba por la Avenida Reyes Católicos. No obstante, tras las investigaciones policiales, y la localización del terminal, se ha determinado que no sufrió robo con violencia alguno, sino que se olvidó el teléfono en la taquilla del gimnasio. Ahora se le imputa por simulación de delito.
Un vecino de Chiclana denunciaba el pasado mes de diciembre ante la Guardia Civil haber sido víctima del robo de un teléfono móvil valorado en 850 euros mientras caminaba por la Avenida Reyes Católicos. Según señaló, un joven se le acercó por su espalda y de un fuerte tirón le arrebató el bolso que portaba en la mano, cayendo al suelo sin sufrir lesiones. Posteriormente esta persona se dio a la fuga.
Con estos datos, agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de Chiclana realizaron gestiones llegando a localizar el teléfono en la pedanía de El Colorado de Conil, portándolo una persona que aseguró que se lo compró por 100 euros a un vecino de Chiclana. Al primero se le imputa un delito de receptación y al segundo un supuesto delito de apropiación indebida.
No obstante, relatan desde la Guardia Civil en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, tras todas estas gestiones se comprueba que si bien el móvil no estaba en poder del denunciante, no ocurrieron los hechos según se narraba en la denuncia. Y es que se demostró que el terminal se lo dejó olvidado en una taquilla de un gimnasio de la localidad, del que fue socio, determinándose que el ilícito penal no era robo con violencia “ya que el tirón no se produjo en ningún momento”; actuándose de este modo contra el propietario del teléfono por la formulación de una denuncia falsa que ha motivado el inicio de causa procesal por simulación de delito.
La Guardia Civil recuerda que este delito puede ser penado con hasta dos años de cárcel. Este tipo de denuncias fraudulentas normalmente tienen como finalidad engañar a las compañías aseguradoras para cobrar las indemnizaciones correspondientes.