Alrumbo Festival, que en su octava edición volvía a Chiclana, la ciudad que lo vio nacer, ofertando en su ecléctico cartel nombres como SFDK, Mala Rodríguez, Shotta, Chambao u Orishas; ha sido cancelado a apenas tres días de su celebración, y con más de 20.000 entradas vendidas con antelación. La organización, que se queja de “un sinfín de trabas administrativas”, no ha dudado en echar las culpas al alcalde y al Ayuntamiento. Como respuesta, el Gobierno municipal intuye que “se han dedicado a buscar la excusa, porque tenían decidida la suspensión desde hace tiempo, ya que tenían un problema financiero”.
Alrumbo Festival, que en su octava edición volvía a la ciudad que lo vio nacer, Chiclana, ofertando en su ecléctico cartel una muestra del mejor hip hop y el rap nacional con nombres como SFDK, Mala Rodríguez, Muchachito, Skorzo, Natos y Waor, Rapsusklei, Shotta, Foyone, Bejo & Dj Pimp, Ayax & Prok y Zoo, o una estrella internacional del calibre de Orishas; ha sido cancelado a apenas tres días antes de su celebración, prevista del 12 al 15 de julio.
La organización, que anunciaba esta drástica decisión el sábado por la mañana con un comunicado, ha responsabilizado sin dudar al alcalde, José María Román, y al Ayuntamiento “de la desgraciada situación actual”. “A pesar de contar con todos los informes favorables de autoridades, instituciones, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como con más de 20.000 entradas vendidas con antelación, una inesperada notificación recibida el viernes nos paraliza durante los siguientes cinco días la concesión de la licencia de apertura del festival, y por tanto imposibilita conseguir el suministro de servicios básicos, como el agua, en nuestros plazos previstos”, se lamenta.
“A pesar de las promesas realizadas por José María Román, facilitándonos la realización del festival en la ciudad, e incluyendo incluso el mismo en su programa electoral de 2015, nuestra relación con el Consistorio ha sido en los últimos meses un auténtico infierno”, se asevera. ¿Las razones?: “un sinfín de trabas administrativas, exigencias continuas de cambios en los proyectos y la documentación presentada, y errores insólitos en sus juicios y actuaciones, comenzando por las opiniones del propio alcalde respecto a la parcela designada para la celebración, contradictorios desde el primer momento: mientras que la delegación territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía aprobaba el uso de dicha finca, el alcalde nos invitaba a realizar un cambio de recinto de manera incomprensible e inesperada”.
Se relata que finalmente, ante la nueva exigencia por parte municipal trasladada en la tarde del viernes día 7, “durante toda la jornada y la madrugada, tanto nosotros organizadores como nuestros servicios técnicos y jurídicos hemos estado trabajando intensamente para solucionar este nuevo e inesperado problema. Y hemos encontrado nula colaboración y cero cooperación por parte del mismo Ayuntamiento que hace tan solo unos meses presentaba a nuestro lado a bombo y platillo la celebración del festival”. Hasta el punto de que “48 horas antes del inicio previsto y sumidos en una situación tan preocupante, la comunicación con el Ayuntamiento ha sido inexistente y ni siquiera hemos detectado síntoma alguno de preocupación por su parte”.
Y se repite en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “esta no ha sido sino la última zancadilla sufrida en un interminable reguero de trabas administrativas insólitas en nuestras siete ediciones hasta la fecha, con el consiguiente tiempo perdido durante meses de trabajo y el gasto económico y anímico constante que cada una de ellas ha supuesto”.
“Decimos adiós a la fuerza, por culpa de la sinrazón burocrática, la ineficacia del Ayuntamiento y el incumplimiento de las promesas realizadas por el alcalde a un evento cultural en la provincia de Cádiz, considerado todo un referente a nivel nacional y que, en sus últimas ediciones, suponía además una inyección a la economía local que superaba los 12 millones de euros”, se expone. Y además, “un adiós con enorme tristeza por nuestra parte, como miembros de una empresa joven nacida además en la propia Chiclana, y que volvía con esta edición a la ciudad que vio nacer el festival, con la misma ilusión y el mismo empeño que en nuestros inicios, hace ya siete años. Siete ediciones de un festival –por el que han pasado más de 500.000 personas- que año tras año hemos realizado sin incidentes de relevancia, cumpliendo en todo momento con las garantías de seguridad no solo para los asistentes sino también para los vecinos que lo rodeaban, y trabajando codo con codo con instituciones, administraciones, cuerpos y fuerzas de seguridad”.
La organización siente profundamente las molestias que la cancelación ocasiona a todos los asistentes al festival, aunque espera contar “con vuestra comprensión, ya que las causas de esta cancelación escapan no sólo a nuestra responsabilidad, sino incluso a nuestro entendimiento”. Próximamente se procederá a la devolución de entradas, según los cauces habituales, y en los plazos establecidos por la ley. Asimismo, se reserva el derecho de tomar las acciones legales pertinentes tras las situaciones acaecidas, “algunas de las cuales ya han sido denunciadas y judicializadas, y otras lo serán en las próximas semanas”.
Por su lado, Facua recuerda a los usuarios afectados por la cancelación de este evento que pueden reclamar el reembolso del importe de las entradas, pero también los posibles gastos de transporte y alojamiento que hubieran sido abonados.
“A LOS ORGANIZADORES LES HA FALTADO TIEMPO Y GANAS O CAPACIDAD ECONÓMICA”
El mismo sábado por la mañana, el alcalde, José María Román; la portavoz del Gobierno, Cándida Verdier; y la concejala de Urbanismo, Ana González, convocaban a la prensa para ofrecer la versión municipal de esta cancelación. El primer edil tiene claro que la organización con su comunicado “falta totalmente a la verdad. Y es que este Ayuntamiento ha tenido desde el primer instante la mejor disposición para que el festival se celebrase en Chiclana, tanto políticamente como administrativamente”.
“Lógicamente, había una premisa que era inexcusable y esa era la tramitación administrativa”, agregaba, aclarando que “desde el primer instante se insistió en la importancia de la tramitación administrativa; no era la misma tramitación la que se había llevado en un suelo urbano en Chipiona que en un suelo no urbanizable en Chiclana. No es que no se pudiera hacer, pero tiene una mayor complejidad”.
En la tramitación del expediente existe un grupo de particulares que participaba en el proceso como interesados, cuestión que la Ley le otorga un trámite de audiencia de entre 10 y 15 días. No obstante, al declararse el festival como de interés público, turístico y cultural, se permitió un trámite de audiencia de solo cinco días. “Lo que ha ocurrido es que la documentación administrativa para cerrar el expediente ha ido llegando a cuentagotas e incompleta, pese a las advertencias de los delegados y técnicos municipales”, ha explicado el alcalde, quien ha añadido que “no hace falta decir que la Ley hay que cumplirla”.
“Además, si hablamos de un evento con 40.000 personas durante varios días, evidentemente el festival debe contar con todos los parabienes para que la seguridad de las personas no quede en entredicho; muchos trámites han tenido que ir siendo subsanados, ya que la documentación no cumplía la exigencia de administraciones implicadas, es decir, Ayuntamiento, Bomberos, Infoca, Subdelegación del Gobierno, Junta de Andalucía, etcétera…”, según Román.
Para el primer edil socialista “lo lamentable es que problemas internos de la propia organización y con proveedores, ocasionados por la escasa capacidad económica, ha llevado a que la última documentación se entregara el jueves y no fuese hasta el viernes cuando se completara el expediente”. Una vez finalizado el mismo, “se tendría que llevar a cabo el trámite de audiencias de particulares interesados y, por supuesto, las obras necesarias para la celebración del festival, que llevan su tiempo”.
Román también ha revelado todavía el mismo viernes la concejala de Urbanismo mantuvo una conversación con la organización, “en la que desde los promotores del evento pidieron al Ayuntamiento discreción y comentaron que se planteaban cancelar el evento durante 15 días y que así lo comunicarían por la tarde”. “Quedamos a la espera de una nueva llamada por la tarde, pero esa llamada no llegó hasta última hora de la tarde, en la que nos dijeron que todo se iba a solucionar. Sin embargo, no hemos sabido nada más hasta la lectura de un comunicado, en el que culpan al Ayuntamiento y a esta alcalde de la suspensión del festival”.
“Lamentamos lo que ha sucedido, pero creemos a que estos señores les ha faltado tiempo y ganas o capacidad económica, ya que todas las noticias que nos estaban llegando eran de que se caían los colaboradores y proveedores”, ha insistido el regidor chiclanero, quien ha concluido añadiendo que “estamos en contacto con Subdelegación del Gobierno para analizar posibles incidencias ante la llegada de personas de otros puntos del país”.
Por su parte, la edil de Urbanismo ha apostillado que su delegación “ha estado volcada desde el minuto uno con la celebración del evento”. La última reunión fue el pasado viernes 30 “y le trasladamos que el lunes 3 a primera hora debíamos tener toda la documentación para que el festival pudiera celebrarse. De no ser así, no iba a poder desarrollarse el festival”. “Sin embargo, el lunes a primera hora no había llegado nada ni cogían el teléfono. Es más, llamamos a los técnicos, porque faltaba hasta un visado de aguas, y el técnico de este asunto me dijo que no entregaba el visado porque no le habían pagado, que estaba preparado desde el martes anterior, pero no lo entregaba porque no le habían pagado”, ha reiterado Ana González. “Es frustrante tener una delegación de Urbanismo volcada en este asunto y, sin embargo, respondan de esta forma”, se ha quejado.
De la misma manera, la portavoz del Gobierno municipal ha acusado a los organizadores del evento de “mentirosos e informales”. “Ellos son los únicos responsables de que Alrumbo no se celebre en Chiclana, porque tenían la decisión tomada desde hace varias semanas”, ha intuido, quien ha comentado que “un dato objetivo de tal decisión es que este viernes, a tres días de comenzar el festival, no se había montado absolutamente nada en la parcela donde estaba prevista la celebración del evento”. “Un evento que va a albergar a 15.000 personas en la zona de acampada y 25.000 personas en la zona de escenarios necesita, al menos, dos o tres semanas para montar toda la infraestructura”.
“Aquí simplemente se han dedicado a buscar la excusa, porque lo tenían decidido desde hace tiempo, ya que tenían un problema financiero que impedía la celebración del festival”, ha aclarado Verdier, quien ha acusado a los organizadores de “falta absoluta de respeto a este Ayuntamiento y a la ciudadanía en general, porque desde el minuto uno ellos tenían conocimiento de los pasos a seguir en el procedimiento”.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN AL ALCALDE
Mientras, el portavoz municipal del PP, Andrés Núñez, cree que esta suspensión es “la gota que colma el vaso de lo que representa José María Román y el Gobierno del PSOE para Chiclana”. “Esto es una auténtica vergüenza que ha puesto en la picota a la ciudad, tirando por los suelos el prestigio de Chiclana. Querer echar las culpas ahora a la promotora es una traición a la empresa y una pataleta propia de un niño de guardería, una forma de gestionar chapucera”, interpreta.
“¿Quizás quería Román que se celebrada el festival sin licencia y los promotores le han dicho que no? Porque el Gobierno local con Román a la cabeza sabía que era imposible tener la licencia en tiempo y forma”, llegan a preguntar al aire desde la derecha. Es más, Núñez asevera que “en su día tuvimos una reunión con los promotores de Alrumbo y les dijimos que Román los iba a engañar y dejar tirados, y eso es efectivamente lo que ha ocurrido”.
Y desde IU, su concejal Roberto Palmero, ha señalado que “aunque sin conocer aún a fondo las cuestiones que han imposibilitado la celebración, tanto por parte del Ayuntamiento, como de la empresa”, entiende que el alcalde “se ha lavado las manos con este tema y se ha limitado a culpar a la empresa organizadora”.
Para los izquierdistas, “ha quedado claro que el Gobierno local no ha sabido gestionar este tema y se ha lavado las manos. Ya estamos acostumbrados a que José María Román se suba al carro de todas las iniciativas que puede anunciar en medios de comunicación y, si después no salen, se conforma con culpar a otros”. Y añade que la empresa “puede ganar o perder dinero con esto”, pero un alcalde “está obligado a velar por evitar perjuicios a la ciudad, como ya exigimos en el mes de mayo cuando apoyamos el proyecto de Alrumbo siempre y cuando cumpliera con todas las garantías necesarias y el Ayuntamiento velase por que así fuese”.
Finalmente el portavoz de Podemos Chiclana, Carlos Fernández, por su lado, considera “increíble” que se cancele a última hora un festival de estas características. Y hace especial mención a “la diferencia entre unos turistas y otros, una ciudadanía y otra. En otros años el festival se ha realizado en otra zona y no había habido problemas, sin embargo en esta ocasión la localización molestaba, por algo más que la cuestión medioambiental, sino por las molestias que podrían causar los asistentes a los turistas de primera clase de la zona noble”.
Igualmente la formación morada está molesta porque “la empresa de Alrumbo tiene sede en Chiclana, lo cual nos indigna mucho más, ver como unos cuantos jóvenes emprendedores se meten en un viaje tan complicado y ni su propio alcalde les apoya, solo rasca votos en campaña y se hace la foto para los medios; a la hora de la verdad, pone la zancadilla a quien quiere arrancar algo y para más inri, en favor de personas que etiquetan a las demás por su gusto musical o su poder adquisitivo”.
Mientras, el concejal de Por Chiclana sí se puede, Daniel Martín, entiende que es necesario “conocer más profundamente las razones reales, el cruce de acusaciones entre la organización y el Ayuntamiento es lamentable, sobre todo cuando desde la Corporación no sabíamos que existiera esta problemática, pero es algo normal, el Gobierno socialista brilla por su opacidad”.
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