Coincidiendo con el 46 aniversario del referéndum que aprobó la Constitución española de 1978, el Teatro Moderno de Chiclana fue el escenario el mismo festivo 6 de diciembre de un emotivo acto institucional.
El Ayuntamiento entregó sus ya habituales Insignias de Oro de la ciudad, reconociendo las contribuciones de figuras locales que han dejado huella. Este año, los homenajeados han sido: José Luis Aragón Sánchez, María Ángeles Amado Rodríguez, Ramona Sánchez Marín y Emilio Oliva Baro, este último a título póstumo. Unos reconocimientos que celebran la diversidad de talentos que engrandecen la ciudad y perpetúan su historia.
JOSÉ LUIS ARAGÓN: el arte de la cerámica que traspasa fronteras
José Luis Aragón Sánchez (Chiclana, 1941) es un referente internacional en el arte de la cerámica. Su trayectoria lo llevó desde su formación inicial en la Escuela Massana de Barcelona hasta colaboraciones con maestros como Joan Miró y Pierre Fouquet. A lo largo de su carrera, expuso en lugares emblemáticos como París, Osaka y Faenza, y contribuyó a innovaciones técnicas, como el diseño de hornos cerámicos para SHELL en Francia.
Aragón no solo destaca por su arte, sino también por su compromiso con la educación, impartiendo talleres internacionales y formando a futuras generaciones de ceramistas. Su reciente nombramiento como académico en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría consolida su legado. En su honor, se tiene instalada una exposición en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal, denominada ‘Huellas’, visitable hasta el 12 de enero.
MARÍA ÁNGELES AMADO: una vida dedicada al bienestar social y familiar
María Ángeles Amado Rodríguez ha dedicado su vida a ayudar a los demás. Trabajó como socorrista en el parque acuático portuense, cosiendo encargos particulares y en la guardería municipal también de El Puerto, centro donde ha pasado la mayor parte de su vida profesional. Actualmente y tras el cierre del mismo, trabaja en el área de bienestar social del Ayuntamiento de la localidad vecina.
Su implicación como catequista y miembro activo del coro de Nuestra Señora de los Remedios refleja su fuerte lazo con la comunidad. Además, ha participado activamente en la Hermandad de la Soledad y Santo Entierro, continuando una tradición familiar.
Sin embargo, su mayor impacto ha sido como madre de acogida. Durante los últimos diez años, María Ángeles y su familia han abierto su hogar a niños en situación de vulnerabilidad, dejando una huella imborrable en sus vidas. Su amor y dedicación han convertido su casa en un refugio temporal y un punto de partida para un futuro mejor.
RAMONA SÁNCHEZ: emprendedora y solidaria
Ramona Sánchez Marín (Chiclana, 1947), conocida cariñosamente como ‘Momi’, representa el espíritu emprendedor y solidario de Chiclana. Desde su infancia ayudando en el negocio familiar hasta la creación de su propia pastelería y tienda de frutos secos, Momi se ha ganado el corazón de su comunidad. Su constancia y dedicación, junto al apoyo incondicional de su esposo Antonio Lobato, han hecho de su negocio un pilar de La Banda.
Momi y Antonio no solo han trabajado incansablemente, sino que también han ayudado desinteresadamente a sus vecinos y clientes, consolidando un legado de servicio y solidaridad que sigue vivo hoy día.
EMILIO OLIVA: el torero que llevó el nombre de Chiclana al mundo
Emilio Oliva Baro (Madrid 1963-Chiclana 2024), homenajeado a título póstumo, fue un torero cuya pasión por el arte de la tauromaquia comenzó en su infancia. Debutó con apenas 13 años y se convirtió en una figura destacada tanto en plazas españolas como internacionales. Entre sus logros destacan su presentación en Las Ventas de Madrid en 1983 y su éxito en Beziers, Francia, donde una peña taurina lleva su nombre.
Su carrera estuvo marcada por su talento innato y su conexión con el mundo ganadero. Además, su legado ayudó a fortalecer los lazos entre Chiclana y la ciudad francesa de Beziers. Oliva dejó una impronta imborrable en la historia de la tauromaquia y en el corazón de su tierra natal.
“Es uno de los mejores embajadores de Chiclana por el mundo y un profesional de innatas cualidades para la tauromaquia, pero si hay algo por lo que destacaba y se recordará siempre a su persona será por su afabilidad, su simpatía, su bondad y su particular manera de hacerse querer”, resaltan desde el Ayuntamiento en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.