El comité de empresa de la concesionaria del servicio de recogida de basuras en Chiclana, Urbaser, tras lo decidido en asamblea por la plantilla, ha amenazado ya con convocar huelga a partir de la segunda quincena de julio, en plena temporada turística y miles de visitantes en la ciudad, “ante la falta de avance en la negociación del convenio”.
A la asamblea celebrada a finales de semana asistía prácticamente la totalidad de la plantilla. En ella los miembros del comité junto con las organizaciones sindicales CGT, UGT, CCOO y SAT, explicaban el estado actual de las negociaciones.
En un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el comité de empresa argumenta que se ve obligado a proponer esta “medida de presión” ante “la falta de voluntad real de la empresa para negociar”.
“Durante estos más de cinco meses, las reuniones han sido infructuosas negándose la empresa a cumplir las peticiones de los trabajadores y en cambio proponiendo medidas de congelación salarial para los próximos años así como el mantenimiento de las condiciones laborales tan precarias en la que se está trabajando”, se aclara.
Ante los trabajadores, sus representantes detallaron cómo han ido las negociaciones y los contactos que también se han tenido con el Ayuntamiento a través de Chiclana Natural. Y se ha incidido en que se ha pasado de tener más de 120 trabajadores a menos de 60 operarios: “una reducción del 50% en la plantilla que sin embargo no ha afectado tan gravemente a la prestación del servicio de la ciudad gracias al enorme incremento de la productividad que han realizado los trabajadores, muchos de los cuales llevan años y años trabajando en condiciones precarias”. “Es hora de que se reconozca este esfuerzo”, remarcan los miembros del comité.
Tras un debate en el que se analizaron la falta de propuestas reales y las medidas que se pueden tomar, se pasaba a votar la propuesta del comité, de convocar huelga para julio, que recibía el apoyo de casi el 90% de los presentes.
Urbaser se volvía a adjudicar, en 2017, este suculento servicio privatizado en la localidad. Con el nuevo contrato, ingresa cada año más de 5,8 millones de euros: son unos 265.000 euros menos de lo que estaba costando el servicio con la anterior adjudicación a esta misma empresa. En su momento se dijo que la nueva plica incluía distintas mejoras, así como la adquisición de nueva maquinaria, con el objetivo de lograr un servicio más eficiente.
Los servicios de recogida de residuos urbanos y selectiva en el casco urbano, zona costera y diseminado engloban la recogida y transporte de residuos sólidos urbanos, recogida y transporte de las fracciones selectivas (envases ligeros, papel-cartón y vidrio), recogida de muebles y enseres, recogida de restos vegetales, recogida de animales muertos, así como lavado y mantenimiento de contenedores y de su entorno.