Chiclana ya es formalmente Ciudad Amiga de la Infancia, acreditación concedida por Unicef. Es actualmente la única localidad de la Bahía con este sello, que en principio caduca en 2025. En la provincia, otros municipios con esta catalogación en vigor son Vejer, Conil, Barbate y Sanlúcar.
Esta iniciativa tiene como objetivo general promover la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU en 1989 y ratificada por España, en el ámbito de los gobiernos locales.
El concejal de Familia e Infancia, Francisco José Salado, y el de Educación, José Alberto Cruz, acompañados por menores del Consejo Local de Infancia, han sido los encargados de recoger de dicho reconocimiento en el salón de plenos, durante el acto virtual que se ha celebrado con la presencia de representantes de Unicef en España y de los ayuntamientos del país galardonados este año.
En total se han incorporado 73 nuevas entidades locales y se han renovado 72, que, unidas a las 197 con el reconocimiento vigente, conforman las 342 Ciudades Amigas de la Infancia, “en las que vive el 50% de los niños y adolescentes en nuestro país”.
“Estamos de enhorabuena, demostrando que el trabajo que hacemos a favor de los niños y de sus derechos tiene su reconocimiento”, ha subrayado Salado, quien ha resaltado que “este galardón, que tiene una vigencia de cuatro años, también supone un reto importante, porque dentro de dos años nos volverán a examinar para ver en qué estamos trabajando en favor de los niños y adolescentes de Chiclana”.
Este edil socialista, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, ha agradecido la labor de “todas las personas implicadas en este reconocimiento y de aquellas que han hecho posible el Plan de Infancia y Adolescencia, que recoge más de 70 actividades encaminadas a los distintos ámbitos de la sociedad, entre ellos, el medio ambiente, la igualdad, contra la violencia de género, etc.”.
“EMPODERAR A LOS NIÑOS”
Según apuntan desde Unicef, una Ciudad Amiga de la Infancia “es aquella que, siendo consciente de sus problemáticas y áreas de mejora, trabaja a fin de buscar soluciones -tanto a corto como a largo plazo- poniendo foco en los grupos más vulnerables. Solo una comunidad que ponga en el centro de sus decisiones a la infancia y adolescencia, y que promueva sus derechos, puede ser un hábitat saludable y democrático con el resto de los ciudadanos, con su país y con el planeta. Porque cuando los niños y niñas crecen, todos crecemos”.
Para ello, las entidades que cuentan con el galardón “han diseñado estrategias para dar respuesta a los retos que han identificado en el camino de hacer realidad los derechos de niños y adolescentes”. Además, cuentan con espacios de participación “reales” donde “escuchan sus propuestas, una acción que no solo es un derecho de la infancia, sino que enriquece la gestión política porque tiene en cuenta las opiniones, necesidades y soluciones identificadas por los propios destinatarios de esas políticas”.
Tal y como señalaba durante el acto virtual el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez Pertierra, “la participación infantil y adolescente contribuye a desarrollar una ciudadanía activa y empodera a los niños en agentes activos de cambio que pueden modificar su realidad y la de sus cociudadanos. Promoverla es también promover la democracia”.
Este programa cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Instituto Universitario de ‘Necesidades y Derechos de la Infancia y la Adolescencia’.