El Ayuntamiento de Chiclana tiene previsto invertir 1,9 millones de los fondos europeos de la EDUSI que tiene concedida a la barriada de La Carabina; en concreto, a instalar ascensores en sus dos bloques. En concreto, se van a montar un total de 14 ascensores, uno por cada portal de los dos bloques que componen esta popular barriada, que beneficiará a un total de 208 viviendas.
Al respecto, el alcalde, José María Román, acompañado de la portavoz del Gobierno, Cándida Verdier, y de sus ediles de Vivienda y Participación Ciudadana, Joaquín Guerrero y Mª Ángeles Martínez, respectivamente, así como de técnicos de Emsisa, mantenían un encuentro con vecinos para informar de la iniciativa.
“Se trata de una gran oportunidad para seguir mejorando esta barriada, en la que se continúa trabajando, con el objetivo de mejorar el bienestar de sus vecinos. No se puede dejar pasar este tren que nos ha llegado gracias a los fondos europeos, por lo que vamos a trabajar para que esta barriada siga evolucionando y avanzando”, apunta el primer edil socialista en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Con el objetivo de dar respuesta a la necesidad de “mejorar la accesibilidad en altura” de las viviendas, el fin último de las obras se centra en la mejora de los servicios y calidad de vida de las familias inquilinas de estas viviendas sociales de propiedad municipal, muchas de ellas en riesgo de exclusión social. En este sentido, se va a dotar de ascensores a un conjunto de viviendas protegidas en régimen de alquiler, promovidas a mediados de los años 90 del siglo pasado. Teniendo en cuenta la tipología estructural de los edificios, con viviendas a distintos niveles, el ascensor que se instale debe tener doble embarque, así como el doble de paradas que niveles de plantas de altura.
Román concreta que “teniendo en cuenta los plazos en los que nos movemos para la ejecución de los distintos proyectos de la EDUSI, el objetivo es que en el segundo semestre de 2021 puedan comenzar las obras, que tendrán un plazo de ejecución de un año y medio aproximadamente, por lo que a principios de 2023 podrán comenzar a funcionar los ascensores”.
De cara a este proyecto con fondos europeos, “ahora comienza un proceso participativo, en el que debe informarse a todos los vecinos de la barriada, de cara a que estos aporten sus sugerencias y opiniones, cuestión que comenzará en las próximas semanas”. “No obstante –a decir del alcalde-, la primera impresión por parte de los representantes vecinales presentes en la reunión es muy positiva, ya que han acogido esta noticia con agrado, puesto que podrán disponer de estos ascensores sin inversión alguna y, además, con entre 2 y 5 años de mantenimiento incluido por parte de la empresa que resulte adjudicataria de las obras”.