Ante los numerosos actos vandálicos que se han producido en Chiclana en los ascensores del Puente Chico y de la Gran Plaza sobre el río, y es que “se llevan más tiempo estropeados que funcionando”, el Ayuntamiento ha optado por la instalación de cámaras “de seguridad y vigilancia”, una en cada uno de los elevadores de estas dos infraestructuras. Una medida disuasoria, y a la vez, para ayudar a identificar a los autores, en caso de nuevos sabotajes.
Ante los numerosos actos vandálicos que se han producido en Chiclana en los ascensores del Puente Chico y de la Gran Plaza sobre el río, la concejalía de Vías y Obras ha optado por la instalación de tres cámaras “de seguridad y vigilancia”, una en cada uno de los ascensores de estas dos infraestructuras. De esta forma, se pretenden evitar nuevos sabotajes y, en caso de que producirse, “poder identificar a los autores”.
Sólo en lo que va de año, el Consistorio ha gastado más de 3.700 euros en reparar los desperfectos ocasionados en el ascensor de la Plaza Andalucía. Así, en enero se procedió a la reparación del techo de la cabina, por valor de 608 euros, mientras que entre enero y febrero se arregló la puerta del ascensor y el pasamanos interior de la cabina, cuyo coste fue de 1.680 euros. Además, en julio se repararon la pisadera y la puerta por rotura exterior, lo que supuso un coste de 1.424 euros.
A todo esto se une que desde principios de 2016 se ha procedido a la limpieza del interior del ascensor, así como a la retirada de piedras de las guías. Algo que no ha supuesto coste alguno, puesto que se ha realizado con personal propio de Vías y Obras. Además, desde el inicio del año hasta ahora, se ha avisado unas 30 veces al servicio de mantenimiento de Schindler, debido a paradas del ascensor, igualmente por actos vandálicos. Avisos estos que han sido realizados por los técnicos municipales, por la Policía Local y por los propios usuarios de este elevador.
Por otro lado, en relación a los dos ascensores del Puente Chico, en estos últimos meses se han gastado 1.400 euros para la reparación de cristalería, manivelas y puertas de aluminio, a los que hay que sumar otros 600 euros por destrozos ocasionados por desencajar las puertas y manipular los pulsadores de llamada del ascensor.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Vías y Obras, Cándida Verdier, ha apelado “al civismo y al comportamiento de los ciudadanos que se dedican a destrozar estas instalaciones públicas y municipales”. “Hemos podido comprobar cómo el ascensor de la Gran Plaza se lleva más tiempo estropeado que funcionando, pese a los esfuerzos que hacemos todos los meses para que esté en uso”, evidencia esta edil del PSOE, quien recuerda que “todos los meses tenemos que dedicar muchas horas y esfuerzo en arreglar los daños que causan estos actos vandálicos, en vez de emplear el tiempo y el dinero en otras cosas más importantes y necesarias en el municipio”.
De este modo, argumenta que, “viendo las continuas incidencias que se producen en estas infraestructuras públicas, hemos tomado la decisión de instalar cámara de seguridad y vigilancia para identificar a los autores de tales actos vandálicos”. “Esperemos que esta medida posibilite la reducción y, si es posible, la eliminación de estos actos incívicos, que están perjudicando a toda la ciudadanía y, en especial, a las personas con movilidad reducida y padres y madres, que tienen que cruzar el río con carros de bebé”, sentencia Verdier.
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