La Subdelegación del Gobierno en Cádiz ha aprobado la dispensa de uniforme de los cinco integrantes del Grupo Minerva de la Policía Local de Chiclana, un inspector y cuatro agentes, para llevar a cabo sus labores contra la violencia machista. Los concejales de Mujer y Policía Local muestran su satisfacción por esta medida, que reclamaban las propias víctimas usuarias del servicio.
La Subdelegación del Gobierno en Cádiz ha aprobado la dispensa de uniforme de los cinco integrantes del Grupo Minerva de la Policía Local de Chiclana, un inspector y cuatro agentes, para llevar a cabo las tareas dirigidas a la lucha contra la violencia machista.
Al respecto, la concejala de Mujer, Pepa Vela, ha resaltado que “se trata de una magnífica noticia para los hombres y mujeres de Chiclana, ya que garantizan mayor seguridad en la lucha contra la violencia de género”.
“Una vez llegamos al Gobierno municipal y ante la demanda de colectivos sociales, solicitamos a la Subdelegación la ampliación del número de dispensas de tres agentes, que debían sumarse a los dos que, en teoría, existían en ese momento. Esta solicitud fue aprobada en marzo de 2016”, ha recordado la edil socialista, quien ha aclarado que, “en noviembre comenzamos a trabajar para renovar la dispensa, pero cuál fue nuestra sorpresa que, al ver el expediente, observamos cómo el anterior Gobierno del PP no había solicitado la renovación y, por tanto, solo tenían dispensa los tres agentes que solicitamos nosotros”.
Por ello, se ha solicitado la dispensa de los cinco agentes del Grupo Minerva, que ahora ha sido autorizada. “Esto no ha sido posible sin el trabajo de colaboración entre las delegaciones municipales de Mujer y Policía Local y, por supuesto, la disposición de la Subdelegación del Gobierno, con la que tenemos buena sintonía”, ha anotado Vela.
Asimismo, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, ha resaltado que “el importante trabajo del Grupo Minerva ha supuesto que se haya trabajado en más de 400 expedientes desde el año 2009”. “Consideramos indispensable esta dispensa de uniforme de los agentes, puesto que así lo reclamaban las propias víctimas de violencia de género. Todo ello, por razones eran muy claras, como la victimización secundaria, ya que el uso del uniforme ‘señala’ a la usuaria ante la comunidad en la que se integra; la garantía de seguridad, por cuanto las labores de seguimiento de los actuantes son perfectamente visibles por el agresor a vigilar, ofreciéndole la oportunidad de evadir la acción policial, con el consiguiente riesgo para las usuarias y el plus extra de dificultad que agrega a los policías”, ha aclarado.
A esto hay que unir la estigmación de la familia y su entorno, “todo esto aumentado más si cabe en el caso de menores y durante el seguimiento realizado en colegios e institutos”, ha expresado Pepa Vela, quien ha añadido que, “además, se aumentaba el riesgo, ya que en las actuaciones previas a la denuncia, la visita y seguimiento de un policía uniformado, informa al agresor de la intención de la usuaria y coloca a ésta en una posición de riesgo”.
Asimismo, se añade, esta dispensa “era muy necesaria, pues permitiría la integración y normalización de las mujeres, ya que en muchos casos las usuarias han cambiado de domicilio, localidad e, incluso, de provincia para normalizar su vida, y este intento es truncado por quienes debieran facilitar y posibilitar la plena integración de ésta en la sociedad”.
Por su parte, el concejal de Policía Local, José Manuel Vera, ha destacado que “se trata de una buena noticia para seguir peleando todos a una por erradicar los casos de violencia de género”.
Este Grupo Minerva de la Policía Local realiza valoraciones de las maltratadas, protección a éstas e, incluso, entrevistas con los agresores. “También tienen un papel importante en esta labor los Juzgados, los centros de salud y la Guardia Civil, porque la coordinación tan importante entre todos estos dispositivos hace que los datos sean positivos, dentro de la problemática que supone esta violencia de género”, ha incidido Vera, quien entiende que “todo ello ha contribuido a que en los últimos años se haya disminuido la cifra de casos”.
Así, fruto del trabajo que se realiza desde el Grupo Minerva, el número de víctimas que son atendidas se está reduciendo poco a poco, puesto que el año 2016 comenzó con 62 usuarias y finalizó con 53; mientras que en este 2017 se ha pasado de 51 usuarias en el mes de enero a 47 en mayo, “lo que demuestra que el trabajo firme y silencioso de estos agentes están dando sus frutos, pese a que aún siguen dándose casos de violencia machista, como el sucedido el pasado sábado en una vivienda de La Barrosa”.
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