Cerca de medio centenar de residentes en la barriada de Santa Ana, en Chiclana, ha mostrado ya su interés en adquirir sus viviendas (de propiedad municipal) y, por tanto, ser propietarios de las mismas, en el marco del proceso para la enajenación por adjudicación directa de las 200 casas puesto en marcha meses atrás por el Ayuntamiento.
A falta de su aprobación definitiva en la propia Junta de Gobierno Local, la mesa de contratación ya ha dado el visto bueno a la documentación presentada por un total de 19 vecinos de la barriada, mientras que en las próximas semanas está prevista una nueva convocatoria de dicho órgano para el estudio de 25 nuevas propuestas.
La empresa municipal Emsisa ha puesto a la venta las 200 viviendas de los bloques de la barriada a las personas que residen en estos pisos desde hace décadas, algunos incluso desde hace más de medio siglo, sin tener la oportunidad hasta el momento de ser propietarias de los mismos.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Vivienda y consejera delegada de Emsisa, Carmen Jiménez, relata que la información sobre el proceso se ha trasladado a los residentes en dos reuniones mantenidas a principios del mes de mayo; y subraya que “estamos hablando de una barriada que fue reformada en el año 2010, con la instalación de ascensores y mejora de cubiertas y fachada”.
Estas viviendas tienen actualmente un préstamo hipotecario de 1,5 millones de euros como consecuencia de las obras de rehabilitación de los bloques, pendiente aún de amortizar por cada vivienda 3.239 euros. No obstante, dicho pago lo realizará, como ha sucedido hasta ahora, el propio Consistorio, no los ocupantes.
“En caso de que todos los vecinos se decidieran a adquirir las viviendas, el Ayuntamiento podría destinar la mitad de los ingresos al pago anticipado del préstamo hipotecario, de forma que el Ayuntamiento podría saldar dicha hipoteca”, ha explicado Jiménez, quien aclara que, “una vez valoradas por los técnicos, las viviendas han salido a la venta por un montante de 6.817 euros, además de los gastos de tramitación”.
Desde Emisa se reitera que “no se trata de un asunto obligatorio para los residentes, por lo que solo comprarán sus viviendas aquellas personas que así lo deseen. Por tanto, si hay vecinos que deciden no comprarlas, continúan como hasta ahora”.
Además, los pisos tan solo pueden adquirirse para uso de vivienda habitual, sin que pueda ser enajenada por contrato público, al menos, durante un plazo de cuatro años. Una vez transcurridos estos cuatro años, los propietarios serán libres para poder vender si así lo desean.
Esta concejala del PSOE también señala que, antes de que se pusiera en marcha esta operación, desde el Ayuntamiento y la empresa municipal “nos pusimos en contacto con entidades financieras. De esta forma, si alguien necesita un préstamo para abordar esta operación, hay entidades que están dispuestas a concederlos como préstamo personal, que es más conveniente para el propietario que una hipoteca, debido a que la cantidad es pequeña”.
“Por tanto, estamos hablando de todas las facilidades posibles para que estos residentes, que llevan muchos años viviendo en los pisos de Santa Ana sin posibilidad de ser propietarios, puedan adquirir formalmente su vivienda”, insiste.