CARTA AL DIRECTOR envida por: Tomás Rosa, de Sevilla
Estos territorios costeros, pertenecientes a los municipios de Vejer y Barbate, inmersos en un proceso urbanístico administrativo que dura ya más de 15 años, y que aun no se tiene claro si son rústicos, urbanos, aptos para urbanizar, asimilados a fuera de ordenación, o inmersos en el plan especial y estudio de detalle que nunca llega… se han convertido en suelos óptimos para la pequeña especulación domestica asociada al turismo y al alquiler vacacional.
La suma de tantos pequeños y avispados especuladores da como resultado el galimatías urbanístico y de infraestructuras, caótico y suburbial que configura hoy estos territorios, (sin servicios, sin depuración, sin agua corriente, con un tráfico caótico, sin servicios médicos y con unos negocios ruidosos, al abrigo de tanto veraneante indolente que se lo traga todo, y que hacen imposible el uso de este lugar costero).
Ahora, la última novedad de los más avispados pequeños especuladores domésticos consiste en dividir su parcela adquirida de 1000 m2 en subproductos de 170 m2. Con todas sus variantes, Y las venden como rosquillas, es decir seis próximas nuevas casitas–infraviviendas en 1000 m2.
Todo vale, con cada nueva casa que emerge como si de champiñones se tratara, se perfora el territorio a discreción, de donde emana un agua ya contaminada, se taponan caminos históricos, se vierte impunemente fecales al acuífero, y por arte de magia andaluza, por no decir tercermundista, se obtiene un contrato de electricidad sin la correspondiente licencia de obras y de ocupación.
Mi mirada se dirige, metafóricamente claro, a los máximos responsables de ambos municipios.
Cuando reventemos de tanto ruido y atascos o explote el exiguo tendido eléctrico, o nos infectemos todos con nuestra propia mierda, tal vez entonces los máximos responsables despierten. DIARIO Bahía de Cádiz