CARTA AL DIRECTOR enviada por: Cristina Vila Ortega, de San Fernando
No hace mucho visité uno de los países con más historia del mundo, Grecia. Un país lleno de monumentos, de edificios preciosos, y de gente maravillosa. Allí no sólo conocí a gente de este país, si no a personas de varias nacionalidades: alemanes, turcos, polacos, rumanos y hasta finlandeses. Aún recuerdo los nervios del primer día, cuando apenas podía decir una palabra por miedo a decir algo inapropiado. Pero aquellos nervios desaparecieron rápidamente cuando comencé a hablar con algunas de esas personas. Recuerdo también la emoción que sentí al pisar lugares como la Acrópolis.
“¿Cómo podía seguir todo aquello en pie después de tantos años?”. Esa era la pregunta que me hacía en cada sitio que visitábamos. Me emocionaba al pensar la cantidad de personas importantes que habían pisado aquel suelo o al imaginar historias que podían haber ocurrido en ese mismo sitio. Si aquellas piedras hubieran podido hablar, habrían contado miles de historias. Puede que nunca vuelva a ver a las personas que conocí en este viaje, o que no siga teniendo contacto con ellos; pero estoy segura de que nunca voy a olvidar esta experiencia, y sé que al cabo de unos años cuando vuelva a ver las fotografías me seguiré acordando de todos ellos. Y es que ésta es una de esas oportunidades que sólo se presentan una vez en la vida, y creo que la he aprovechado al máximo.
Ni siquiera tengo palabras para agradecerles a los profesores y a los alumnos que han hecho posible esto. Y es que la verdad es que volvería a repetir esta experiencia una y mil veces más, sin ni siquiera pararme a pensarlo.