CARTA AL DIRECTOR enviada por: Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de la Bahía de Cádiz
El Nuncio ha estado en Cádiz de visita privada. Ha estado acompañado en todo momento por el Obispo y ha tenido tiempo de visitar la Catedral, el Obispado, hablar con los dirigentes de Cáritas y del secretariado de Migraciones, ha almorzado en el Seminario y ha terminado compartiendo misa con el Obispo en la parroquia de San José Artesano en San Fernando.
Nos parece muy bien. Pero también nos parece que debería haber aprovechado su estancia en Cádiz para tener contacto con sectores de la diócesis que somos críticos con la gestión del Obispo y su equipo.
Si no con todos, al menos podría haber dedicado algo de su tiempo para hablar con los ex párrocos de Conil y Vejer, marginados y sancionados por Zornoza, o con nuestro Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de la Bahía de Cádiz que le hemos enviado estos últimos años hasta cuatro cartas con cerca de 400 firmas pidiendo un nuevo obispo para la diócesis que tenga un sentido más dialogante con todos, sin discriminar a nadie y con un sentido mucho más social y pastoral en una diócesis con tantísimos problemas sociales, como sí tuvieron obispos anteriores como Añoveros, Dorado y Ceballos.
Indudablemente el Nuncio no hubiera tenido tiempo para poder hablar con todos los afectados por la gestión de este Obispo, pues sería imposible hacerlo en una sola jornada: los más de 20 despedidos de Caritas, Obispado, Seminario, el rincón del Madueño, los porteros de las Capuchinas de San Fernando, algunas cofradías, etc., por no decir los problemas que ha tenido en Ceuta o el Campo de Gibraltar.
Nosotros le pedíamos en nuestras cartas que enviara un visitador apostólico que hablara con todos los afectados para que comprobara la verdad de todo lo que le decíamos. El Nuncio ha preferido mirar para otro lado y no intentar al menos hablar con alguno de todos estos afectados.
Una visita para nosotros muy decepcionante. Como decepcionante ha sido para nosotros su pasividad a las cuestiones que le planteamos en las cartas que le enviamos, todas comprobables, pues nosotros hemos sido testigos directos del sufrimiento de muchísimas de estas personas.
¿Habrá preferido el Nuncio no complicarse la vida y esperar los dos años que le quedan al obispo para su jubilación para entonces enviar a otro con perfil más en la línea del Papa Francisco? DIARIO Bahía de Cádiz