CARTA AL DIRECTOR enviada por: Domingo Sanz
Hace un año tuvo lugar uno de los episodios más indecentes de entre los protagonizados por la clase política en lo que va de siglo XXI, y también de los más humillantes para una sociedad que sigue siendo incapaz de reaccionar.
Se trata de la fuga de Juan Carlos I que Sánchez y Felipe VI prepararon en secreto mientras hacían teatro con los presidentes autonómicos en San Millán de la Cogolla. Continuando con políticos que se ríen de quienes les han concedido su confianza en las urnas, recordamos a la “ex” ministra Calvo declarando tres días después que el anterior rey seguía a disposición de la Justicia, burla que se atrevió a repetir el 12 de mayo de 2021.
Pero, en ocasiones, la sociedad triunfa cuando la clase política se divide. También durante este siglo tuvo lugar otro hecho que cubrió de vergüenza a los políticos, en aquella ocasión los del PP con Aznar en La Moncloa. Me refiero a la despreciable mentira sobre el 11M de 2004, pero la sociedad reaccionó derrotando a Rajoy en las urnas tres días después, y se libró de ser humillada. Gracias a que los demás partidos, esa vez, no se sumaron a un delito político que mereció mayor castigo.
Muy podridos están hoy unos políticos que mantienen la inviolabilidad del rey y protegen al anterior, ya confeso de delitos fiscales. Con ello demuestran que no les importa que millones de personas se sigan sintiendo humilladas.
De hecho, hubo un joven de veintitantos años a quien una mentira cruel como la del 11M no le pareció relevante para repensar su opción política. Se llama Pablo Casado y decidió afiliarse al PP en 2004, mientras el PP perdía casi 600.000 votos de electores que sí sintieron asco por aquello. Ahora es más fácil comprender el desprecio que Casado demuestra cada día por las víctimas de la larga noche franquista. DIARIO Bahía de Cádiz