CARTA AL DIRECTOR enviada por: Inmaculada Louzado Ramírez, de San Fernando
Al Superior Provincial de los SS.CC. (Congregación de los Sagrados Corazones), D. Pedro Gordillo.
Hermano Pedro: Le he visto presidir no pocas Eucaristías en la parroquia del Buen Pastor de San Fernando; sus primeras Eucaristías. Soy una simple feligresa de la mencionada parroquia isleña desde hace 22 años y vecina del barrio desde hace 25 años, y aunque no formo parte de ninguna comunidad o grupo dentro de la parroquia, me siento parte de la misma por la acogida que sentí desde el primer día que puse los pies en ella.
Apenas me enteré la semana pasada de la decisión de los Sagrados Corazones de echar el cierre en este barrio, mi primera reacción fue no dar crédito. La segunda, una profunda tristeza, pues los Sagrados Corazones han sido el corazón y motor de este Barrio. Han dinamizado, acompañado, animado, ayudado, acogido… Van a arrancar a este pedazo de la Bahía un corazón que ha bombeado ríos de solidaridad, cariño, respeto, formación, juegos, risas, abrazos, protagonismo, celebraciones, recogimiento, y una forma muy especial y preciosa de vivir la Fe. Al fin y al cabo han evangelizado en un barrio que como lo calificaría nuestro amado Papa Francisco, está situado en la periferia, en los márgenes, porque es una Parroquia encarnada en la pobreza; vive pobre y para los pobres. Aquí toda persona que se acerca, se siente acogida.
No soy quién para juzgar esta decisión, pero cuando he intentado buscar respuestas y razones preguntando a miembros de la Comunidad, nadie me sabe responder, me dicen que no las tienen porque no se las dieron; que vinieron y se reunieron con la Comunidad con decisión tomada. Imagino que sintieron cómo se les faltaban al respeto (yo al menos me hubiera sentido así); no se puede convocar una reunión con convidados de piedra. ¿Qué hacían allí si no se le iba a dar razones reales y convincentes?
La Comunidad está destrozada (no hace falta ser muy observadora para notarlo), la tristeza está en el aire y la noticia ha conmocionado a una parte muy importante del Barrio, pues no hay familia que no haya pasado alguna vez por la parroquia para participar en alguna de todas las cosas que se ofertan: sacramentos, catequesis, la acogida y los muchos y dinámicos proyectos de Cáritas, clases de apoyo, visita a enfermos, cursos de formación, misiones, talleres, comunidades de adultos, gimnasia, verbenas, chocolatadas… o quizá hayan pasado por la peluquería en la que ya se han formado muchas chicas. Pero qué le voy a contar a usted que conoce de sobra esta comunidad. Está llena de niños, jóvenes y adultos que aportan vida, alegría, amor y fe.
Por todos estos motivos, se me hace difícil pensar que la decisión de abandonar esta Parroquia haya sido tomada desde el Espíritu, sino que ha tenido más que ver con cosas más mundanas y menos cristianas. Se lo digo sinceramente, pues no he pasado por ninguna otra parroquia que evangelice más y mejor que la del Buen Pastor de San Fernando. ¿Podrían explicar a la comunidad primero y al barrio después, por qué han llegado a esa drástica decisión? ¿Nos pueden facilitar qué ítems han utilizado para motivar y valorar este fatal desenlace?
Cuando algo tan doloroso no se motiva, da lugar a un montón de elucubraciones hermano Pedro y yo tengo mucha imaginación.
¿De verdad piensan que ésta es la mejor decisión ante la falta de vocaciones que existen? En una sociedad tan desacralizada como ésta en la que vivimos, la Parroquia del Buen Pastor de San Fernando, por la forma en que allí se vive la Fe, es a día de hoy una de las que más vocaciones podría proporcionar a esta congregación de la que usted es el máximo responsable provincial.
Directamente se lo digo: se están dando un tiro en el pie. A todas luces, han tomado la decisión más errónea. DIARIO Bahía de Cádiz