CARTA AL DIRECTOR enviada por: Alexia Rodríguez Pequeño, de Vigo
Hoy me quedo con las palabras que me siguen dando vueltas en la cabeza. No tengo claro hasta qué punto creerme algo. Primero vamos a analizar las dichosas palabras: “La intención es acercarnos a los ciudadanos, conocer sus problemas y colaborar con ellos en poner soluciones desde la experiencia…”. Qué bonito suena desde la boca de otros.
Pregunta para ti, si tú: ¿Las lleva a cabo?, ¿las aplicas? No, no me lo creo, porque cuando pedimos que nos lancen un capote para poder capear, obtenemos la disculpa de: “no puede ser”, “mucho trabajo”, “complicado ahora”.
Pero ya te doy yo la excusa siguiente para no pensar demasiado, no vaya a ser que nos quedemos calvos como el atún claro. ¡Ups perdón! no era mi intención enojar a nadie. No puedo morderme la lengua por mucho tiempo más, así que siendo precisos voy a hacer yo un cambio de palabras más preciso, toca afilar lápiz y quedaría así: “La intención es acercarnos a los ciudadanos cuando se pueda, no vaya a ser que al estar cerca de ellos acabemos pillando urticaria o las famosas chinches que tenemos en los hoteles franceses, conocer lo que nos interesa, hasta el punto de quedar bien y que digan que somos Superman en acción, colaborar con ellos en poner distancia desde el punto de la experiencia, no vaya a ser que salgamos calcinados, con soplete en mano cuando las cosas se pongan al rojo vivo”.
¿Ahora suena mejor? Seguro que me he ganado el cielo a partir de hoy. Señores, no lo duden en breve a algunos nos toca ir con escafandra a la batalla, no sabemos por dónde lloverán las pedradas. Nos toca ser valientes, sacar pecho, y eso que no hemos jurado bandera. Esta es la parte más complicada, desde la que no hay recursos, donde el único letrero que te ponen es el de perdedores.
Seré Robin Hood o tendré ideas de bombero-torero. Pero creo que se pueden cambiar las cosas si nosotros lanzamos ese aviso de cambio, ese discurso de sí se puede. Lo malo es cuando no tenemos tiempo para levantar el culo de la trona. Y no nos extrañemos que dentro de unos años esos cinco minutos se conviertan en cinco años de cárcel. Ahora te pregunto: ¿Tienes quince minutos Superman? ¿he logrado persuadirte para tener tu colaboración? DIARIO Bahía de Cádiz