CARTA AL DIRECTOR enviada por: Esperanza Díez Benítez, de Jerez
Ahora que las mascarillas han sido retiradas, miramos atrás y vemos un largo camino. Un camino lleno de baches, cuarentena, contagios y mascarillas. A pesar de eso, algo ha cambiado en nosotros.
Generalmente no somos conscientes de lo importante que son las cosas cotidianas y las personas que nos rodean hasta que ya no las tenemos. De esto nos dimos cuenta tarde, cuando ya habíamos pasado unos meses en los que ni siquiera podíamos vernos. Ahí es cuando todos echábamos de menos a las personas que veníamos todos los días: a aquellos que sin darnos cuenta nos hacías los días más fáciles o aquellos que estaban a nuestro lado, aunque a veces se camuflaran con lo cotidiano. Todos ellos pasaban desapercibidos porque el Covid le ha cogido el relevo a la rutina.
Pero estamos avanzando, al menos ahora podemos vernos las caras, ahora podemos contemplar las sonrisas de las personas que tanto tiempo llevaban escondidas, ahora podemos saludar al vecino al que nunca has visto la cara o percibir el olor de la comida de un restaurante, sonreírle a un desconocido al pasar o disfrutar del sol en la cara mientras andas por la calle. Aunque esto no es definitivo, esperemos que nunca más tengamos que volver a ocultar nuestras sonrisas. DIARIO Bahía de Cádiz