CARTA AL DIRECTOR enviada por: Ángel Guerrero, de Cádiz
Hoy en día, vivimos en una sociedad que tiene intrínseca en ella la queja como modus operandi ante cualquier problema. Una sociedad repleta de personas que, desde la cálida comodidad del sofá de sus casas, deciden que quejarse de todo cuanto les parece mal es una buena solución, y esto es alto realmente injusto.
Es algo injusto porque, por contraposición, existe una amplia parte de la población que manifiesta sus quejas de forma útil, habiéndose informado antes de aquello por lo que luchan, (algo muy importante y que cada vez se ve menos) y saliendo a las calles a reclamar aquello que necesitan. Esas son las personas cuyas quejas proliferan en el tiempo y llegan a buen puerto, en general.
Mientras tanto, aquellos que están sentados en sus casas quejándose de todo sin fundamento alguno, solo consiguen que sus reclamaciones pierdan valor con el tiempo, y poco a poco se tornen en faltas de respeto molestas e inútiles.
Por eso, y a modo de conclusión, quizás debamos hacer autocrítica y observar cuál de las dos variantes de personas anteriormente citadas somos. Quizás debamos pensar bien antes de quejarnos por algo y ponernos un filtro, y cuando estemos seguros de aquello por lo que queremos luchar, hacerlo de manera legal, ordenada y útil, pues la diferencia entre una protesta mal hecha y una ilegalidad puede ser mínima. DIARIO Bahía de Cádiz