CARTA AL DIRECTOR enviada por: Juan V. Fernández de la Gala
Los fundamentalistas católicos tienen una cita en Cádiz que el obispo Zorzona se ha preocupado de propiciar, incluso desoyendo las expresas recomendaciones al respecto del Papa Francisco.
Los asistentes, tan nostálgicos como su obispo, deben sin embargo saber tres cosas importantes. Primero, que son libres de celebrar ritos de otro siglo si lo desean, aunque sugiero que vayan vestidos también por fuera de manera acorde a las edades de su fe, aquí que somos tan aficionados al carnaval.
En segundo lugar deben saber que la oronda espalda del sacerdote, traído expresamente desde Gibraltar por el obispo, simboliza menosprecio preconciliar a los presentes: les está diciendo que la casta clerical es la única capaz de tener contacto directo con Dios y que el pueblo es un mero invitado a ese espectáculo. Esa fue la razón teológica de que el Papa Francisco suprimiera el rito, para poder otorgar a los fieles el protagonismo que tuvieron en tiempos de la predicación nómada de Jesús de Nazaret y de las primeras comunidades cristianas del Mediterráneo. Por tanto, los que se creen nostálgicos ni siquiera lo son.
Y lo tercero realmente nos compete a todos los gaditanos: que un templo de la democracia más liberal y participativa de la historia de España como es el Oratorio de San Felipe Neri sea el lugar elegido para este rito fundamentalista es ciertamente un despropósito que atenta contra la dignidad de un espacio histórico que es patrimonio de todos.
No se extrañen si los huesos de los diputados se revuelven en la cripta con sones laicos de protesta. DIARIO Bahía de Cádiz