CARTA AL DIRECTOR enviada por: Encarnación Martínez Galindo, de Málaga
Hay que vivir el presente, se dice. El presente se tiene porque hubo quienes se preocuparon en no vivir el suyo al completo, o sí, para que las generaciones posteriores lo tuvieran. Ahora, podría ser bueno recordar que el presente hay que concebirlo, “siempre”, como un incesante devenir. Ahora que, por tierra, mar, aire y ríos nos vamos quedando sin los elementos naturales que dieron y que siguen dando cobijo a nuestra existencia, sería buen momento para sentar las bases del presente del mañana.
Los mares se nos llenan de plásticos y los ríos de basura; los aires se contaminan y arden nuestros bosques…
Es cierto, que no hay tiempo para mucho porque cada cual está inmerso en su propia problemática personal: el trabajo, el dolor de cabeza, los niños, los estudios… y hay que desconectar porque se merece algo de descanso: la playa, un paseo, un viaje familiar o con buenas amistades, unas bebidas refrescantes o simplemente observar a los que pasan.
Pero entretanto, y a la vez que se pasea o se observa a los viandantes podríamos ir almacenando fuerzas para continuar con la tarea de avanzar en el terreno de poner en marcha un retroceso, valga la paradoja, en cuanto a excesos de forma de vida. No olvidemos que al pasear nos cruzamos con otros y que al observar, somos observados. El mejor negocio y el que dará mayor prosperidad al presente del futuro serán: los fondos marinos, las ondas y reflejos del río, los más bellos bosques y parajes y en conjunto, poder admirar y aspirar sus sanadoras y placenteras esencias. DIARIO Bahía de Cádiz