CARTA AL DIRECTOR enviada por: Ángela Carrera
Esta mañana, taza caliente en mano y la mirada perdida entre la bruma y la escarcha, típica en Inglaterra, que alimenta mi jardín cada día, me sobresalta el vibrar de mi teléfono en el bolsillo de mi bata. Es un mensaje de mi padre, lo cual me alegra y pienso que es para darme los buenos días como siempre, pero me percato de que es un artículo en el que se reflejan las palabras o “perlitas” de Alfonso Dastis, nuevo ministro de Exteriores.
Por lo que he podido indagar, se le ha dado bombo al tema, no es para menos, pero en mi humilde opinión, creo que el señor Dastis tiene razón en algo, irse fuera a vivir y a trabajar enriquece, abre la mente, fortalece habilidades sociales… no hace falta ser ministro de Exteriores para darse cuenta de las ventajas de irse a otro país a buscar el pan. Sin embargo, ojalá en España hubiese un ministro de exteriores al tanto de cuantos jóvenes Españoles hemos huido y sí digo HUIDO, de España.
Dejamos familia, amigos y la tierra atrás porque no se nos valora, huimos de la precariedad laboral, huimos de las oposiciones que otorgan plazas a dedo, huimos de las noticias de corrupción mientras esperamos en la cola del INEM, sí señor Dastis, como usted mismo dice tiene usted un problema de deformación laboral, y si me lo permite tiene un déficit de objetividad y empatía considerable.
Permítame decirle que en España yo tenía trabajo, lo dejé para venirme a Inglaterra pero no para descubrir nuevos horizontes ni abrir mi mente, sino para encontrar lo que me merezco, algo que mi tierra, mis políticos y mi rey no se molestan en darme pese a mi formación y esfuerzo. Iba de contrato temporal en contrato temporal, acumulaba horas extras que no se pagarían jamás, contratos cuyas condiciones se incumplen tantas veces que terminas viéndolo con normalidad, aceptando como borregos todo lo que venga por la mera cobardía de perder el poco pan que se te da cada día. Dígame, en estas condiciones, ¿qué haría usted para realizarse?, ¿cómo podría yo independizarme, formar un hogar? Podría ocupar mi tiempo estudiando másters, carreras o cursos… pero sólo serviría para invertir dinero, mucho dinero, que no tengo, en algo que como ya he dicho no nos sirve para nada.
No, señor ministro de exteriores, no me fui de mi tierra para abrir mi mente ni descubrir nuevos horizontes, no soy una caprichosa que abandona todo lo que ama por nada, los jóvenes españoles nos vamos totalmente exiliados, sí como en los años 60 a los que hace usted referencia, huimos con resignación y paciencia de aquellos que trabajan para nosotros sin trabajar y de la precariedad laboral. Todo sea por abrir la mente… ¿No?
Le deseo una feliz Navidad rodeado de su familia desde una habitación en un rincón de Inglaterra con el calor de un álbum de fotos y una llamada de Skype. DIARIO Bahía de Cádiz
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