CARTA AL DIRECTOR enviada por: una hija orgullosa de su padre, de Madrid
Como dice la canción: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…”. El viernes de la semana pasada fui sorprendida con una de ellas, ya tenía organizado el día: contestar algunos correos, buscar documentación para el próximo trabajo…cuando una llamada de mi madre cambió todos mis planes.
Se había caído mi padre y el médico recomendaba que le realizaran un TC craneal para ver posibles secuelas. No deja de asombrarme cómo funciona el cerebro en este tipo de situaciones, solicité al médico un informe que incluyera la medicación que toma mi padre, cogí la tarjeta sanitaria y llame a mi marido para que nos acercara al hospital.
A las 13 horas aproximadamente entrabamos en las urgencias del Hospital Clínico San Carlos. Desde ese momento todas las circunstancias que se produjeron me llevan a valorar mucho más la sanidad pública (si eso es posible).
Empieza esta historia:
1.- El enfermero del triaje al valorar a mi padre nos comentó que le iba a pasar directamente a un box hasta que le pudieran realizar todas las pruebas, no quería dejarlo en la sala de espera por si se producía alguna reacción de la caída.
2.- En el box todo el personal le trató con el máximo respeto y adaptándose a sus circunstancias. Al cabo de cuatro horas ya teníamos los resultados de la analítica, de las radiografías y del TC craneal.
3.- Afortunadamente no tenía ningún tipo de secuelas, solo un chichón en la frente y un pequeño hematoma que con el paso de los días le bajó hasta el ojo derecho. Cuando le veo así le hago de “rabiar” diciéndole que lleva unas gafas con un diseño muy moderno.
4.- En resumidas cuentas, todo quedó en un susto que cambió mi vida durante unas horas. Y en esos momentos de espera acompañada de mi madre no dejaba de pensar en los familiares de los 7.291 mayores que murieron en las residencias sin ser trasladados a un hospital.
5.- Sra. Ayuso, mi padre tiene 84 años, un deterioro cognitivo medio-severo y se merece toda la atención que pueda proporcionarle la sanidad pública, ha trabajado 50 años para tener ese derecho. Mi padre SÍ importa, le importa a su mujer, a sus hijas, a sus nietos, a sus amigos, a sus compañeros de trabajo…
6.- Sra. Ayuso, ha dejado abandonados a 7.291 mayores en las residencias en lo peor de la pandemia. Cada vez que pienso en esto siento dolor, impotencia y a veces rabia.
Qué pena que usted carezca de comprensión, empatía y humanidad. Después de cuatro años seguimos pidiendo que no se olvide y que se haga justicia, porque resulta incomprensible que la justicia mire para otro lado. La ausencia de un pronunciamiento judicial a la luz de los hechos acaecidos en las residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia garantiza que volverá a ocurrir.
Sra. Ayuso, recuerde, “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Firmado, una hija enormemente orgullosa de su padre. DIARIO Bahía de Cádiz