CARTA AL DIRECTOR enviada por: Laura Miguel, de Barcelona
Desde la oscuridad de la noche y la introspección del confinamiento salgo al balcón y mis ojos huyen hacia las ventanas del frente de la calle, las de más arriba y las de abajo.
Y empiezo a imaginar quién vive, con quién y cómo. Nunca me había hecho según qué reflexiones: unos tienen luces amarillentas, otras luces más blancas; ¿tendrá esto algo que ver con sus personalidades?
¿Cómo deben estar pasando estos momentos? ¿Habrán sufrido alguna pérdida? Respiro profundamente y miro al cielo que sigue invariable, ajeno a todo este revuelo.
Me inquieta la incertidumbre de no saber si tal vez seré capaz de vivir como antes. Por momentos creo que se me hará extraño tener que volver a enfrentarme al mundo exterior y mi mirada vuelve a huir repentinamente hacia los tejados de alrededor. DIARIO Bahía de Cádiz