CARTA AL DIRECTOR enviada por: Enrique Hidalgo Rivas, de Cádiz
Estuve por desgracia en el enésimo encierro protagonizado por los que en una época, fueron mis profesores, mis compañeros, tutores y consejeros al mismo tiempo, el personal de la escuela de hostelería de Cádiz.
Mientras escuchaba algunas intervenciones de brillantes compañeros de profesión, no podía parar de pensar en lo esperpéntico de su situación, nuestra situación, algún asistente aludía a la escasa movilización por parte del alumnado y mientras asentía con la cabeza, miré a mi alrededor y me di cuenta del doble drama que sufren nuestros profesores: ese 96% de inserción laboral que parece no valer nada a los ojos del partido “obrero” español hace que no pueda haber una movilización masiva, puesto que estamos todos trabajando, buena parte con negocios propios y buena parte como máximos responsables de restaurantes punteros, miraba a mi alrededor y pensaba… “Si cualquiera de mis compañeros fuéramos responsables de la situación de la escuela, el tema se hubiera resuelto hace años” y créanme que lo que digo es tan real como el mismo drama en si.
Estos profesores, nos inculcaron una ética de trabajo basada en el amor, respeto y profesionalidad máxima y ninguno de nosotros si fuéramos responsables de una catástrofe así en nuestro trabajo ni libraríamos, ni iríamos a casa ni mucho menos de vacaciones hasta no ver esa catástrofe resuelta, porque así nos hicieron, así nos lanzaron al mundo laboral y por eso miraba a mi alrededor y solo veía súper profesionales por todos sitios.
Estaría bien, que aunque fuera una semana, estos dirigentes se acercaran por mi escuela a trabajar con mis profesores día a día y que les dieran clase ellos, igual captaban la idea del compromiso, rigor y profesionalidad con la que salimos todos de ahí. DIARIO Bahía de Cádiz
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