CARTA AL DIRECTOR enviada por: Alexia Rodríguez, de Vigo
Hace meses un buen amigo de profesión ha culminado su etapa. Le llegó el momento de jubilarse. Siendo precisa para algunos debería estar prohibido, concretamente para este maestro. Cierto que hoy te enfadaras por mis palabras. Pero querido Labandeira, los que sois buenos, nunca deberíais dejar la profesión. Has sido el guía de muchos de nosotros. Aún recuerdo aquella vez en la que te escuchaba en una conferencia. Y la pasión que ponías en cada palabra, cada gesto… sin ir más lejos, como buen actor supiste llegar a cada uno de los presentes.
Si tiro de hemeroteca, debería destacar tu ilusión, pasión y amor por la enseñanza y el teatro. Sin olvidar la faceta de escritor que algunos descubrimos. Admirable esa capacidad tuya de transmitir. Mentiría, si dijese que no has conquistado corazones con tus palabras…
Hoy te doy las gracias, por darme la oportunidad de trabajar contigo en un aula. Y aprender del que considero un “crack”. Espero algún día ser como tú.
Deduzco que la despedida y la última clase sería complicada, pero hubiera dado algo por estar ahí, para escucharte decir: “que por encima de los libros, de los cuadernos, de los exámenes, de los lápices, de las gomas y pinturas, de los pupitres… están las PERSONAS, porque lo más valioso en la vida de un colegio son los alumnos”. Puede que terminases esa clase dando gracias a tus alumnos por todo lo que te han enseñado. Pero hoy soy yo, una esas personas que te da las gracias por ser profesor. No serás el alcalde de Vigo para soltarnos un discurso mediático y que llegue a todos los medios de comunicación causando furor. Pero eres grande, como maestro, porque has logrado que te recuerden con cariño. Siempre has sido un profesor mediático entre los niños/a. Y te has ganado sus corazones.
Como colofón, y antes de cerrar el telón, me gustaría darte las gracias por brindarme la oportunidad de trabajar contigo. Y desearte en esta nueva aventura, muchos éxitos y que pronto nos deleites con algún libro de todas esas historias vividas. DIARIO Bahía de Cádiz