CARTA AL DIRECTOR enviada por: Martín Martínez Martínez, desde Barcelona
Ayer hablaba con un andaluz, sobre la venta de armas a Arabia Saudí, y sobre los trabajadores de los astilleros. Empezamos hablando de lo que pasa en este país árabe, y del paro en Andalucía y acabamos hablando de las injusticias y del desorden en general.
Más o menos, y resumiendo mucho, se dijo esto: las personas autorizadas, es decir, las autoridades, se imponen, quizás, demasiado a menudo, utilizando menos la ética y más la fuerza. Esto, debe preocuparnos, seguro que debe preocuparnos. ¡Está claro que sí!
Pero, también nos deben preocupar otras cosas: Que no te sientas seguro dentro de tu casa. Que los ladrones se nieguen a mostrar la bolsa que acaban de llenar en un supermercado. Que haya un coche o un grupo de personas dificultando la circulación y no haya ninguna autoridad capaz de restablecerla. Que las movilizaciones nos impidan ser prudentes. En definitiva, nos debe preocupar especialmente, ¡el desorden!
Hay orden, cuando solo ocasionalmente la libertad de expresión sobrepasa la línea roja, cuando solo ocasionalmente las autoridades abusan o se pasan, cuando solo ocasionalmente se fuerza la ley. Hay orden, cuando siempre que se denuncian las malas dinámicas expuestas, se despliegan recursos para erradicarlas.
Goethe, a pesar de que nunca defendió más lo económico que lo ético, llegó a decir que ¡prefería la injusticia al desorden! Supongo que le tenía más miedo a las injusticias de los alborotadores que a las del Estado. DIARIO Bahía de Cádiz