CARTA AL DIRECTOR enviada por: David de los Reyes González, de El Puerto
Hola Sr. Alcalde de El Puerto (PSOE): mi nombre es David de los Reyes González, tengo una discapacidad física del 92%, necesito ayuda para casi la totalidad de los actos de la vida diaria. Por mi discapacidad tengo asignadas un número determinado de horas mensuales por la Ley de Dependencia, y la concejalía de Bienestar Social me envía a una auxiliar para atenderme en lo que yo necesite durante “X” horas cada día para ducharme, levantarme, etc., entre las múltiples labores que realiza una de ellas es llevarme al trabajo conduciendo, la auxiliar, mi coche.
Yo trabajo en un Centro Especial de Empleo de Afanas en el polígono Las Salinas. Los viernes de feria no trabajo y los años anteriores a este 2018, la auxiliar me llevaba conduciendo mi vehículo a la feria, sin embargo este año le han prohibido que me lleve a la feria en mi coche, cosa que ha hecho todos los años previos. Yo le he preguntado a la Trabajadora Social, llamada Mª Jesús, encargada de la Dependencia, del motivo de esta negativa a realizar un acto puntual, una vez al año, y me ha dicho lo siguiente: “Que la empresa tiene sus normas y que la empresa ha dicho que si deseo ir a la feria tengo que hacerlo en transporte público pero no en vehículo privado”.
Pero la empresa no es nadie para poner ni quitar normas de actuación sobre las personas en situación de dependencia como la mía. Y Bienestar Social no debe aceptar las normas que dicta la empresa sin rechistar sino a la inversa, Bienestar Social debe poner las normas y la empresa simplemente debe realizarlas, ya que se le paga por atender a los dependientes de la mejor forma posible, dentro de las limitaciones que cada persona atendida tenga. El Ayuntamiento es el que paga y el que paga exige. Y el Ayuntamiento puede y debe exigirle a la empresa lo que estime oportuno. Me da la impresión que Bienestar Social acepta todo lo que dice la empresa sin pararse a pensar si es positivo o negativo para los dependientes lo que la empresa haya dicho. Ya que si piensa si es conveniente o no para las personas atendidas lo que la empresa haya propuesto tiene que ponerse a hablar, negociar, discutir con la empresa si no está de acuerdo con la propuesta de la misma, es mucho más cómodo aceptar todo lo que la empresa diga, y luego si algún usuario se queja, decirle: “Lo siento son normas de la empresa, que hay que respetar”. Que es lo que se me dice a mí cuando me quejo o pido algo como en esta ocasión.
Todo lo anterior es puro sentido común y éste y la realidad suelen coincidir, me imagino que la realidad no estará muy alejada de lo anteriormente expuesto, si en algo me he equivocado pido disculpas por ello.
Durante el mes de agosto estoy de vacaciones y la auxiliar emplea todo su tiempo en llevarme, en mi coche, a la playa de Valdelagrana, a una zona especialmente habilitada para bañarse las personas con discapacidad como yo, y eso es de lunes a viernes durante todos los días. La empresa o Bienestar Social ha prohibido que a partir del 1 de agosto que la auxiliar coja el coche para llevarme a ningún sitio, ni a la playa, ni a ningún otro lugar, como me ha llevado durante los últimos ocho o diez años, ya que si tengo que coger un taxi para ir y otro para volver son de 10 a 12 euros de ida más otro tanto de vuelta y multiplicado por los 22 días hábiles del mes sale alrededor 500 euros que me cuesta ir a la playa, por Bienestar Social prohibir que la auxiliar utilice mi vehículo para llevarme a la playa como ha hecho todos los años previos, y yo no me puedo permitir ese gasto.
La Ley de Dependencia está para dar la mayor autonomía posible a las personas en situación de dependencia como la mía, no es que lo diga yo, es que lo dice la Ley. Y este tipo de acciones/prohibiciones por parte de Bienestar Social está en clara contradicción con le Ley que es de obligado cumplimiento por el Ayuntamiento, la comunidad autónoma y el propio Gobierno central.
Lo mismo que Bienestar Social ha prohibido que la auxiliar coja el coche para llevarme a la feria, a la playa y ni siquiera puede llevarme al trabajo. Hace diez años, antes que se implantase la Ley de Dependencia, mi padre me llevaba y recogía del trabajo y desde que viene la auxiliar (10 años) mi padre no me tiene que llevar al trabajo, mi padre nació en 1934 y durante este 2018 cumplirá 84 años; recientemente le han detectado una pequeña afección al corazón, y lleva trabajando desde los 14 años y hoy en día continua trabajando, atendiéndome a mi cuando la auxiliar no lo hace, y es una pena cargar con más trabajo a un anciano de casi 84 años, simplemente porque a Bienestar Social o a la empresa contratada por ésta diga que la auxiliar no puede conducir mi coche para llevarme al trabajo, como lo lleva haciendo durante los últimos diez años.
Sin nada más se despide de usted y espero que me ayude en permitirle a la auxiliar, llevarme en mi vehículo donde yo necesite ir. DIARIO Bahía de Cádiz