CARTA AL DIRECTOR enviada por: Encarnación Martínez Galindo, de Málaga
¿Pero… a esto cómo se le llama? ¿Desolación?, ¿tragedia?, ¿horror?, ¿angustia?, ¿miedo?, ¿destrucción?
Llevamos unos días en estado de bloqueo mental y no somos capaces de encontrar para nosotros mismos y para los demás una explicación racional.
¿Esto es una superdana, una gota más que fría o se ha abierto parte del infierno? Fuera lo que fuere no es concebible y ni nuestro subconsciente soñante lo asimila. Cuesta pensar, cuesta hablar, cuesta escribir, cuesta decidir por dónde empezar… y lo más indescriptible: cuesta la vida.
Gracias a los periodistas enviados a las zonas de la catástrofe por preguntar a la gente y dejar que, con sus lágrimas, se desahoguen; gracias a la Guardia Civil y militares por su búsqueda de desaparecidos, exponiendo sus vidas; gracias al Rey por sus palabras de apoyo al desastre acaecido a los suyos, desde el primer momento; gracias a los vecinos por ir caminando hacia los pueblos rotos y dolorosamente desabastecidos, para llevar agua y alimentos y gracias al DIARIO Bahía de Cádiz por ofrecer una “rendija” por donde poder decir lo que sentimos y ofrecer un atisbo de esperanza y consuelo.