CARTA AL DIRECTOR enviada por: Domingo Sanz
Dicen voces solventes que el Tribunal Supremo tiene previsto salvar a Casado, “lavándose las manos” con una prescripción alambicada. Como algo tendrán que escribir para parecer justos, también se dice que reprenderán al ex alumno por abusar de su posición influyente. Mientras tanto él, inasequible al desaliento, sigue bajando escalones en decencia al defenderse acusando a la URJC por los favores que recibió de esa entidad. Ahora esgrime una sentencia de Sevilla por la que condenaron a unos profesores, pero salió sin castigo la alumna beneficiada.
Pero para que este asunto alcanzara la cima judicial reservada a los aforados, el Juzgado de Instrucción 51 de Madrid ha tenido que preparar el expediente y, demostrando un exquisito respeto por la palabra de Casado, nos acaba de regalar una alegría muy valiosa. Al incluir en el auto unas declaraciones del sospechoso que se refieren a elementos probatorios concretos, obliga al nuevo líder del PP a enseñar aquello de lo que presumió pero que ahora oculta, o a quedar como un embustero pillado en su mentira. Un “aviso a navegantes” que, al advertir a los políticos con su propio lenguaje, puede borrar de los ruidos de nuestra futuro muchos minutos de demagogias, falsedades a conciencia y excesos verbales.
En otro orden, y sin consecuencias jurídicas, un cadáver conflictivo ha servido, como no, para que Casado haya vuelto a demostrar que da más importancia al dinero que a la dignidad y a la vida, al declarar que él “no gastaría ni un euro en sacar a Franco” de su mausoleo. Pues que Sánchez no le tome la palabra porque, si para ahorrar decidiera convocar a voluntarios dispuestos a devolver su estado natural a ese valle de la sierra madrileña tan maltratado por el odio franquista, puede que de aquello no quede piedra sobre piedra y además nos ahorremos costes anuales de mantenimiento. Creo que esta vez, para volar, el PP ha elegido plomo en las alas de un experto en el disparo de tiros por la culata. DIARIO Bahía de Cádiz