CARTA AL DIRECTOR enviada por: Asamblea Feminista Las Tres Rosas, de El Puerto
Desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas llevamos semanas consternadas ante la situación de violencia institucional a la que se está enfrentando Juana Rivas, la mujer víctima de violencia de género que ha tenido que huir para protegerse a ella y a sus hijos/as.
Este caso, como tantos otros de los que ni siquiera nos enteramos, nos da de bruces con lo que llevamos denunciando desde el movimiento feminista mucho tiempo: las instituciones están fracasando en cómo abordar las violencias machistas en su conjunto. Es inaudita la respuesta de la justicia española con la exigencia de que los menores sean entregados al padre, un maltratador acreditado. Sin lugar a dudas las leyes de este país necesitan ser modificadas pero sobre todo el hecho de que la estructura de la justicia española siga siendo patriarcal es un hándicap que impide comprender y juzgar la violencia machista en toda su complejidad. Como ya denunciábamos desde Las Tres Rosas en la presentación de Entrelazadas, nuestro grupo de apoyo mutuo y acompañamiento a mujeres víctimas de violencia machista, el periplo de obstáculos a los que se tiene que enfrentar una mujer cuando denuncia a su agresor es inadmisible y desalentador. Esto nos da una dosis de realidad para entender muchas veces el por qué las mujeres no se atreven a denunciar y el por qué muchas mujeres tienen que utilizar la insumisión y la desobediencia como arma contra la violencia machista que padecen. Admiramos la valentía de Juana, aplaudimos ese acto de rebeldía e instamos a la clase política a que tome ejemplo, en ocasiones como esta, la insubordinación es el único camino.
La convivencia con un maltratador es un riesgo real para hijos e hijas y para la sociedad en su conjunto, en cuanto supone seguir reproduciendo en la infancia un modelo machista que nos debería de preocupar muchísimo. Si algo se evidencia en la historia es que la sociedad ha conseguido avances de justicia social porque algunas personas y colectivos han desobedecido las leyes. Como dice la famosa frase que está siendo utilizada en los últimos días: El apartheid era “legal”, la esclavitud era “legal”, el colonialismo era “legal”. La legalidad es una cuestión de poder y no de justicia”.
Por todos estos motivos, el pasado miércoles apoyamos la concentración convocada por la Concejalía de Igualad de El Puerto en apoyo a Juana Rivas. Nos entristece profundamente ver el casi nulo respaldo que tuvo por parte de muchos colectivos portuenses sobre todo de las asociaciones de mujeres. Es ahora cuando más presión social se necesita para actuar sobre esta injusticia.
Desde Las Tres Rosas emprenderemos una serie de acciones de las que iremos informando próximamente porque cuando la justicia es injusta la desobediencia es el único camino. ¡Juana está en nuestras casas! DIARIO Bahía de Cádiz