CARTA AL DIRECTOR enviada por: Manuel Olmedo Leal de Conil
Generación tras generación, la neblina de nuestras vidas envueltas en celofán de vanidades pasará. Llegará el día donde nadie te recuerde y tu gloria, tus éxitos se difuminarán y nadie alojará en su memoria el más leve recuerdo de tu existencia. Podrás justificar elogiando lo venerable de tus obras y tus intensiones. Argumentar lo maravilloso de todos tus logros y levantar bandera con tu legado pero todo trofeo se cubrirá del polvo y toda medalla se bañara de óxido.
Si lo que nos hace grande empequeñece al que tengo al lado entonces el más pequeño será el más grande. Si mi autoestima crece a base de menospreciar aquel que considero menos que yo, si todo el que respira a mi lado se convierte en mi competidor y mi rival, si no ser el primero es fracasar.
Por favor ayúdame y dime porque merece la pena luchar. Hacia dónde mirar, quién es modelo a seguir o todo es tan relativo y superficial que no existen verdades absolutas. ¿Y si todo es tan relativo de que sirve la moral? Sin patrones ni reglas quién acabará imponiendo su verdad. ¿Piensas de verdad que eres libre? Intenta vivir una semana sin móvil, Internet, sin tabaco, sin televisión, sin criticar a nadie. Sin lo que pensarán los demás, sin el miedo al mañana, sin el deseo de ser y tener más que los demás. La verdad de quien somos amargará y será doloroso pero traerá libertad. DIARIO Bahía de Cádiz