CARTA AL DIRECTOR enviada por: Encarnación Martínez Galindo, de Málaga
“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla”… y de canciones entrelazadas con unos pocos deberes escolares y algún juguete escondido en la maleta. Son recuerdos de una tierra mojada donde escarbar para ocultar una brillante canica de cristal. Y recuerdos de una tierra de árboles para colgarse en sus ramas y volar.
Recuerdos de una tierra de plantas y flores, saltamontes, mariposas, gatos, pájaros, perros y grillos que con sus cantos encantan las noches de verano.
Infancia recordada “vestida de inocencia” que se instala en las arterias como soporte de futuros descubrimientos de tesoros reales; como vuelo hacia tiempos venideros porque, “los niños sin alas nadando en el vacío se sostienen”; como música natural que ilusiona al caminar.
Son recuerdos de una tierra serena donde hacer amistad y jugar a la rueda y correr y correr más hacia una madurez que opta por quedarse “con la túnica de su inocencia antigua” y gracias a esta sustentar el presente.
Y recuerdos para mitigar el pesar de tener que marchar porque “habrá estrellas y flores y suspiros y esperanzas, y amor en las avenidas a la sombra de las ramas. Y sonará ese piano como en esta noche plácida…”. DIARIO Bahía de Cádiz