CARTA AL DIRECTOR enviada por: Fernando Salmerón, de Cádiz
Desgraciadamente, desde hace al menos un mes y, coincidiendo con el verano, vengo recibiendo la visita inesperada de bolsas multicolores en mi patio. No son Ovnis. Digo esto porque se pueden identificar perfectamente los vómitos, las comidas mal preparadas e incluso los paquetes rojos de cigarrillos de una marca bien conocida. Y todo queda ahí frente a ti sin poder hacer nada nada… nada.
Escondidos en la oscuridad del atardecer, al alba o cuando se sabe que mi casa está vacía aprovechan para lanzar sus inmundicias al patio… a otra persona… para que las recoja y las limpie. ¿Es de comprender que las cabezas no están siempre bien? Lo hacen sabiendo que debajo vive gente que puede recibir un golpe en la cabeza con la bolsa y que, en el mejor de los casos, viene con vómitos de comida putrefacta. Todavía no han llegado con botellas. Gracias al cielo, vivo al lado del hospital… por si me sucediera algún problema. No sería difícil que me cayera en la cabeza algún resto de botellón.
Entonces empieza el gran viaje del agraviado. ¿A quién acudo? ¿Tenemos derechos los damnificados de algo? ¿Tenemos que ser siempre los perjudicados los que tengamos que demostrar lo que nos ocurre?
Como todo ciudadano, acudo al 091, al 092, al Juzgado de Guardia. Siempre la misma respuesta: “Déme nombre y apellidos” y demás datos…
Esperemos que el próximo dato que falta no se lo dé el Medico Forense por una bolsa de basura que le cayó a un familiar. DIARIO Bahía de Cádiz