CARTA AL DIRECTOR enviada por: A. de Cádiz
Quisiera compartir con los lectores éste relato sobre mi abuela, fallecida en enero de 2015. Nunca he conocido a una persona tan generosa y bondadosa como ella, ofreciéndose a todo y tanto como dio sin esperar nada ni mucho de nadie. Todo le parecía poco para toda su gente, ya fueran familiares, amigos o conocidos… pero como se suele decir, la confianza da “asco”; y a esto me refiero a una innombrable limpiadora que iba a casa de mi abuela la cual estuvo siete años.
Siete años aprovechándose de la bondad de una mujer que le ponía su desayuno cada vez que venía, que al final de su jornada le dejaba su bollito con su jamón y su coca-cola para que se lo llevara a su casa, que le daba conversación para que se sintiera a gusto mientras hacia su trabajo… A cambio, ésta “limpiadora” cogió tal confianza que, al tratarse de una mujer mayor, ésta aprovechaba cualquier momento de distracción de mi abuela y ponerse a rebuscar por los muebles y cajones del dormitorio, cocina, salón… cosas de valor, ya fuera dinero, bisutería o comida.
Con el tiempo, cuando empezamos a sospechar de que desaparecían cosas de la casa inexplicablemente, sólo quedó como opción ponerle una trampa a ella, y el resultado de ésta nos despejó de dudas: 10 euros asquerosos puestos en la cómoda del dormitorio desaparecieron justo en el momento en que ella acabó su jornada.
Es muy triste robarle a personas mayores, para mi no tiene nombre, y más triste es aun cuando encima recibía cariño y era alguien ya de supuesta “confianza” después de siete años.
Para finalizar quiero añadir que para mi, el trabajo de limpiadora es muy honrado y le doy todos mis respetos a esas luchadoras que día a día se dejan el alma en limpiar, aunque existan personas con un corazón tan negro como la de ésta historia, sin vergüenza alguna y seguramente durmiendo tan tranquila. Que Dios te perdone, porque aquí nunca jamás… ¡Sin vergüenza! DIARIO Bahía de Cádiz
(puedes comentar esta información más abajo)
Buena reflexión. Hay de toda clase de gentes…y por supuesto lo peor