CARTA AL DIRECTOR enviada por: Juan Cejudo, de Cádiz
Son muy duras las imágenes y noticias que llegan desde Siria en este mes de febrero.
Es cierto que en España tenemos muchos problemas: el tema de Cataluña, la práctica congelación de las pensiones, los recortes en sanidad, educación, servicios sociales… y muchos asuntos más…
Pero como seres humanos que somos no debemos permanecer indiferentes a lo que sucede en otras partes del Mundo como en Siria. Un país que lleva ocho años de guerra, pero que en este mes de febrero ha sentido la violencia en grado extremo. Los bombardeos, sobre todo en Guta oriental, han provocado la muerte de cerca de 600 personas en poco más de una semana. La mayoría de ellos, mujeres y niños.
Se han destruido hospitales, escuelas, mercados… Ya en 2016 se destruyeron más de 300 centros médicos. Es decir, llueve sobre mojado. La población está indefensa y totalmente desprotegida: no hay alimentos, ni ropa, ni medicinas…
El Consejo de Seguridad de la ONU decretó un alto el fuego el pasado día 24 de febrero de cinco horas diarias durante 30 días. Al día siguiente, el Papa Francisco instaba a la comunidad internacional a que se hiciera efectivo el alto el fuego en Siria, se facilitara ayuda humanitaria (alimentos, ropa, medicinas…) y se ayudara a la evacuación de personas heridas y enfermas. Lo que está ocurriendo en Siria es inhumano, decía Francisco.
Los siete años de guerra en Siria están destruyendo al país. Han muerto entre 300.000-500.000 personas. De una población que había anterior a la guerra de 22 millones de personas, en estos años 13,5 millones han tenido que huir a otros países (Turquía, Líbano, Jordania…) o con desplazamientos internos. La mayoría son mujeres y niños.
Hay que exigir a los responsables políticos que, al menos, se respete esta tregua de 30 días para que la población civil pueda ser atendida. Debemos también los ciudadanos sentirnos sensibles al sufrimiento que se da en cualquier lugar del mundo y no mirar solo nuestros problemas y presionar como mejor podamos a nuestros responsables públicos para que actúen a nivel internacional para que estas tragedias humanitarias se detengan.
Por que como decía Salvochea: “mi patria es el mundo…”. DIARIO Bahía de Cádiz