CARTA AL DIRECTOR: Horacio Torvisco, de Alcobendas
El que impone su relato ante cualquier debate, lo tiene ganado con muchas posibilidades y de antemano para sus intereses. Los españoles estamos sumidos actualmente en uno de los más importantes y delicados debates que se pueden dar, me refiero al debate fiscal, el cual se está planteando por muchos creadores de opinión, de una forma conscientemente errónea en el mejor de los casos, y tramposa en el peor.
El debate ha entrado en una dinámica donde el problema se ha fijado, de forma grosera y sin matices, entre subir o bajar los impuestos, sin más. No hace falta ser un experto para saber que la política fiscal de un país lo primero que debe definir es la amplitud y calidad de los servicios públicos que se dan a todos los ciudadanos y su coste, y en segundo lugar, cómo se reparte el esfuerzo de su financiación en función de los recursos de cada cual, tal como plantea la Constitución española de forma clara y transparente en su Art. 31.1, algo que tiene su mejor plasmación práctica en una política del “Bien Común” que es la que va dirigida a todos sin excepción, ayudando a los más necesitados y demandando solidaridad a los más favorecidos.
El bochornoso espectáculo que están creando determinados medios y políticos, hablando de las dos Españas, o de esa absurda competitividad entre comunidades autónomas por ver quién rebaja más sus impuestos, silenciando de forma interesada cómo va a repercutir negativamente en los servicios públicos, lo único que persiguen es distraer y deformar el verdadero debate de cómo se implanta una reforma fiscal que mire única y exclusivamente por el “Bien Común”. DIARIO Bahía de Cádiz