CARTA AL DIRECTOR enviada por: Lucía González (gerente de la Asociación CCA El Puerto)
Soy poco dada a escribir, pero hoy me gustaría compartir una reflexión, desde mi humilde opinión y experiencia, sobre la importancia de los desacuerdos. Por supuesto, sin ánimo de dar lecciones; no soy quién para darlas.
Sí, sí, desacuerdos. ¿Qué perdemos cuando no llegamos a un acuerdo? Muchas veces puede ser más importante por las consecuencias negativas que conlleva de lo que pensamos.
Lo podemos encontrar en algunos ejemplos de la vida cotidiana: si los padres no se ponen de acuerdo, pierde la familia; si una comunidad de propietarios no se pone de acuerdo, pierden los vecinos… y esto, llevado a la gestión del día a día en el ámbito que sea, tiene las mismas consecuencias: siempre pierde alguien o, lo peor, la mayoría.
De ahí la importancia que, desde mi punto de vista, tienen los desacuerdos, la pérdida. Y, por consiguiente, mi reflexión sobre el perjuicio que ocasionamos y los daños colaterales que origina no llegar a acuerdos.
En enero de 2014 escribí un artículo de opinión, publicado por un medio local, titulado ‘Frase hecha’. Aún puede consultarse en internet. En unos de sus párrafos, citaba la siguiente frase célebre de Aristóteles: “No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”. Y esto siempre desde el absoluto respeto que me inspira la voluntad de las personas que optan por dar un paso al frente y dedicarse durante un periodo de su vida a prestar un servicio público para su pueblo, ciudad… y a gestionar para todos.
Volviendo a esa reflexión, y aplicándola a la sociedad portuense, pregunto: ¿somos todos responsables de las decisiones que se toman o no se toman en nuestra ciudad? ¿Influimos de manera positiva o negativa en su desarrollo? ¿Es renunciable algo propio por el bien común? ¿Quién gana?
Permítanme aportar que la respuesta a la última pregunta creo que debería ser ‘El Puerto de Santa María’; la respuesta a las demás preguntas queda para su reflexión. DIARIO Bahía de Cádiz