CARTA AL DIRECTOR enviada por: Lluís Senén Garcia, de Abrera (Barcelona)
La juventud no vive, sobrevive. Los jóvenes españoles no hemos superado la crisis. Los sueldos son bajos. Los precios son altos. Los jóvenes tenemos dos opciones: Trabajar y estudiar o trabajar por un sueldo de menos de dos mil euros. La mayoría de los jóvenes estudiamos una carrera por presión social. Desde pequeños nos enseñan que la vida estudiantil debe finalizar con una carrera universitaria. ¿Dónde está el valor de estudiar una carrera universitaria si los empresarios tienen a 500 personas para un solo cargo?
Si empezamos por el estudio universitario veremos que los jóvenes viven en crisis. Actualmente, los jóvenes pagan sus carreras. La situación implica que los jóvenes tengan que destinar una cuarta parte de los que cobran anualmente a sus estudios. Con suerte, los jóvenes universitarios cobramos de medía un sueldo de 500 euros. Máximo 600. Por 20 horas de trabajo.
Y si con suerte finalizas la carrera con 22 años hay que encontrar trabajo. Las empresas nos piden experiencia, pero ¿Como logramos la experiencia si acabamos de cursar nuestros estudios?
Y cuando empezamos a trabajar, lo hacemos con sueldos bajos. Los alquileres son altos. Por ejemplo, 700 euros en Barcelona por un piso pequeño. 400 euros en un pueblo a media hora. A esto hay que sumar luz, agua y transporte, ya sea público o privado. Al final, nuestro sueldo va destinado íntegramente a pagar por vivir, con la opción de malvivir en España. Y si nos equivocamos al escoger nuestros estudios, la infelicidad crecerá.
En conclusión, los jóvenes somos la generación olvidada. Aquella que crecimos con sueños y que la realidad nos ha puesto en una situación incómoda. Donde solo tenemos dos opciones: Sufrir por vivir en nuestro día a día o irnos al extranjero en busca de un futuro mejor. DIARIO Bahía de Cádiz