CARTA AL DIRECTOR enviada por: Horacio Torvisco, de Alcobendas
Hace breves fechas que acabaron las elecciones municipales y autonómicas. Unas elecciones que fueron precedidas de una campaña electoral muy decepcionante a ojos de muchos ciudadanos, fundamentalmente porque se habló y se polemizó, no por asuntos relacionados con problemas concretos de los ayuntamientos o de las diferentes comunidades autónomas, que por cierto eran y son numerosos e importantes, sino porque giró en torno a ETA. Surrealismo total e interesado.
Sin solución de continuidad, apunta ya, la campaña que precede a las generales. Una campaña en la que muchas personas esperan oír y contrastar los diferentes proyectos y propuestas de los partidos que se presentan a estas elecciones sobre: cómo se va a afrontar el gran problema del cambio climático, o cuál va a ser la política económica que contribuya al ansiado cambio productivo de nuestro país, o qué va a pasar con las pensiones y su posible reconocimiento básico como un derecho constitucional, o la política de empleo y muy especialmente la que afecta a los jóvenes, etc.
Pero no, al parecer, determinados creadores de opinión, pertenecientes a potentes medios de comunicación, ya han decidido que el tema central de esta campaña, es decir, sobre el que va a girar la mayoría de las opiniones y comentarios, volverá a ser (¡sorpresa!) ETA. Esta situación no sé si a priori o a posteriori, debería generar en la sociedad española un profundo y riguroso debate en torno a una pregunta básica ¿Quién y por qué, decide de lo que hay que debatir en un determinado momento, forme parte o no de los problemas reales de una sociedad? Normalmente el que es capaz de imponer un debate y no otro, está ganándolo de antemano. DIARIO Bahía de Cádiz