CARTA AL DIRECTOR enviada por: María Martínez, de Sevilla
Buenas, soy una adolescente de 16 años. Hace poco en clase se nos propuso una actividad: estar una semana sin móvil. De primeras me pareció un poco chocante pero decidí entregarlo para vivir la experiencia, ya que sé, que sino se lo entregaba, por mi propia voluntad no sería capaz.
Ahora que estoy sin móvil me doy cuenta de la dependencia que tengo hacia éste, aunque también me doy cuenta de lo prescindible que es, ya que no lo necesito realmente para el uso excesivo que le daba, y de lo que me hacía perder el tiempo, puesto que mientras que usaba el móvil perdía el tiempo para otras actividades.
Otra cosa de la que me he dado cuenta mientras camino por la calle sin tener la cabeza metida en la pantalla del móvil, es que todas las personas a mi alrededor también están haciendo uso de él, algo que también es un punto a favor en mi opinión, dependemos del móvil. Esto, además, es algo de lo que antes no me había percatado, ya que yo también iba con el móvil y no me fijaba en lo que había a mi alrededor. Pero esto qué significa, ¿que realmente dependemos de él? La respuesta es no, ya que yo, por ejemplo, continúo perfectamente mi vida sin necesidad del móvil.
Por ello, para que todos seáis capaces de daros cuenta del mal uso que le damos al móvil, os animo a desconectaros de él durante una semana. DIARIO Bahía de Cádiz