CARTA AL DIRECTOR enviada por: Encarnación Martínez Galindo, de Málaga
En una noticia aparecida hoy en un periódico nos confirma que “la epidemia de la soledad ya causa más muertes que la obesidad”. Quizás sea el modo de ataque psicológico que caracterice a la sociedad de nuestros tiempos. Entre los niños o adolescentes se podría dar un desapercibido “ninguneo” en el colegio, en la calle con los supuestos amigos o en la propia familia; entre algunos jóvenes, si no se coge un pequeño “colocón” de fin de semana, no hay feeling; algunos abuelos son los que se autoexcluyen por no, supuestamente, molestar y las personas de mediana edad, demasiado atareadas. Es dudoso que, aunque haya quien diga que ha escogido vivir en soledad, sea realmente cierto.
A esta soledad personal e individual habría que añadir, la soledad por engreimiento y desprecio, de alguien hacia todo un pueblo. Un pueblo cargado de mares y de olivos y de fiestas y de sol y de héroes y heroínas y de intelectualidad y sensatez. Y un pueblo con pueblos con catedrales y palacios donde se acoge a gentes de otros países que emigran como los pájaros huyendo del tan temido frío que agarrota los huesos y paraliza malamente la mente. Un pueblo cargado de historia, de la cual ya se podría haber aprendido. Pero se está a tiempo de reconsiderar y sobre todo de interiorizar y retomar, la sabia máxima de la antigüedad: “Conócete a ti mismo y te verás ser libre”. En soledad, libres, independientes todos y muy unidos y vivos. De Norte a Sur. Paso a una nueva, distinta y revolucionaria etapa histórica. DIARIO Bahía de Cádiz