CARTA AL DIRECTOR enviada por: Encarnación Martínez Galindo, de Málaga
“Avistada en Santander un ave propia de los bosques boreales”. Así se daba la noticia del hallazgo del ampelis europeo (Bombycilla garrulus) que en algunos inviernos migra hacia latitudes más templadas desde los bosques boreales del norte de Europa y América hacia latitudes más templadas.
No es el único animal que migra o emigra hacia zonas más templadas por supervivencia. La supervivencia nos mantiene en alerta a todos y muchas son las razones a tener en cuenta en cada momento de nuestra vida personal para salir ilesos de ciertas situaciones a pesar de creer tener controladas todas las variables.
De la misma manera, desde la antigüedad, todos los pueblos han batallado por controlar estratégicamente todos los sitios más adecuados para subsistir y muchas han sido las equivocaciones, aciertos, conquistas y traiciones que se han podido transcribir a los pergaminos, lienzos, arquitecturas o esculturas y que demuestran que hay tierras, lugares o zonas altamente ansiadas.
Hoy, hoy en día, se olvida. Hoy tenemos petróleo, gas, calefacción (que a veces se venden muy caro de unos países a otros); nos abrigamos con elaboradas buenas mantas y tenemos vacunas dado el gran avance científico que se operó en Europa y otras partes del mundo sobre todo a partir del s.XIX y por tanto, en lugares fríos pues se vive también, bien.
Pueblos que ya han conquistado ciertas y vastas tierras se han parapetado a lo largo de los siglos mediante puentes, torres, zanjas, fosos, castillos…y muros. A veces, estas fortificaciones se podían volver en contra y en lugar de que no pudieran entrar los atacantes, les servía a los invasores políticamente para que los asentados perecieran en sus almenas o tuvieran que salir quedando a merced de los nuevos “visitantes”.
Los navegantes saben muy bien que se va a divisar tierra cuando se ven pájaros sobrevolar el mar. Los animales son los primeros que huyen antes de un terremoto o maremoto: los gatos maúllan, los lobos aúllan, los perros ladran; otros corren y otros vuelan. Y nuestro pajarito avistado en España nos avisa o podría estar haciéndolo, quizás de cierto cambio climático y cuanto menos, si fuéramos políticamente racionales y no lo contrario, deberíamos tener en cuenta que algo importante, muy importante nos quiere transmitir y que las estrategias políticas deben seguir también las estrategias de supervivencia animal. Crear un puente, una zanja, un muro… podrían volverse en contra y dejar atrapados a sus propios creadores. DIARIO Bahía de Cádiz
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