CARTA AL DIRECTOR enviada por: Juan Antonio Sánchez Campos
No hemos librado aún la batalla electoral con las últimas avanzadillas rellenando las mochilas de ideas, con el objetivo puesto en sacar todo el avituallamiento que sea preciso para alimentar las esperanzas ciudadanas en una política renovada con un carácter regenerador de la Constitución Española y ya está la Unión Europea dándonos avisos constantes sobre la intranquilidad de sus máximos mandatarios en que tras las Elecciones, el Gobierno entrante siga manteniendo su diálogo conservador y la intención de devolver la deuda contraída en la legislatura anterior.
Ya dejó el Sr. Rajoy preparados unos Presupuestos Generales del Estado para 2016 con la malsana intención de conocer de antemano que no se podrán cumplir las prerrogativas que en los mismos detalla, sabedor de que su derrota mayoritaria está servida desde hace tiempo y conocedor de que a regañadientes, la deuda de España es un hecho que no podemos obviar.
Desde luego, la formación entrante con o sin coalición aparente, tiene una buena tarea por delante para adecentar la situación de nuestra economía y atender las necesidades primarias de los ciudadanos. Comencemos a buscar de forma solicita una mejor perspectiva de atraer empresas lo suficientemente fuertes, por estar potencialmente sobrados de formación y condiciones humanas nuestro mercado laboral para surtir de puesto de trabajo todas las que atiendan nuestras demandas. Sigamos por desinfectar de virus destilados por el capital a la hora de confeccionar una Reforma Laboral sin parangón en Europa que no ha traído nada más que empleo precario y salarios indignos desde que fue aprobada por el Presidente Rajoy; tendremos que asistir a una nueva tomadura de pelo en breve sí el partido ganador o la coalición previsible, no toma cartas en el asunto y dispone una Ley de Educación fijada por un Pacto de todas las formaciones con sillón parlamentario; un pacto que revertirá sustancialmente en nuestra economía fortaleciendo el mercado de trabajo nacional en un país que comienza a necesitar la ayuda de los suyos dentro de las empresas que se ubiquen en su espacio.
Europa nada tiene que temer de España y sin embargo, es España la que tiene infinitas causas para no fiarse de la Unión Europea y aquella famosa “troika” que todavía no hemos olvidado y que tardaremos en hacerlo todos los españoles, inmersos en una deuda a la que atendemos significativamente antes de satisfacer nuestras necesidades primarias.
No se trata de revertir las disposiciones de la Reforma Laboral, ni desatender la demanda deudora de la UE, sencillamente nuestro PIB debe estar igual de equilibrado tanto para afrontar las obligaciones como para abonar las cantidades de una deuda contraída. Lo que no es de ningún modo aceptable es tratar de atender dichas demandas sacando el dinero de las pensiones tal y como viene realizando el PP o con un empleo tan precario que apenas llegue la nómina de los trabajadores para pagar las necesidades básicas.
Crecer y progresar de acuerdo a nuestras posibilidades no es hacerlo negando un futuro esperanzador a los ciudadanos. No obstante las promesas del ministro de Economía o las del Presidente del Gobierno no dejan de ser meros fuegos artificiales en una tormenta de ideas, ajustes y austeridad previsible por la formación en el poder al que aspiran de nuevo y que deben de quedar en papel mojado de la misma manera que desatendidas por infligir más sacrificio a los españoles. DIARIO Bahía de Cádiz
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