CARTA AL DIRECTOR enviada por: Alexia Rodríguez, de Vigo (Pontevedra)
Estos días muchos visitamos los campos santos, siempre existe un motivo por el que puedas poner los pies dentro de uno, por cumplir la petición de algún allegado para llevar ese ramo de flores o por motivos personales…Hoy podría decir que no duele entrar y pasar esas verjas de metal, mentiría si dijese que es fácil… Es un sentimiento que tenemos muchos, porque es donde descansan nuestros seres queridos.
Muchas son las tradiciones que existen en diferentes países por este día, también la forma de celebrarlo y honrar a sus seres amados. Cada año que pasa puede ser más fácil o más complicado mitigar esa sensación de no tenerlo/a cerca, no escuchar su voz, no abrazarlo/a, ni decirle te quiero…desde ese viaje de partida sin regreso. Cierto que hoy puedes estar apenado por su falta, por no verlo, ni contarle las cosas que te acontecen. Solo te quedan recuerdos…
Reconozco que cuesta asimilar que no estás, el tiempo no perdona… y a pasos agigantados todos esos recuerdos los atesoro como el mejor regalo que tengo. Me falta tu risa, gracia, ironía, esas palabras que me decías cuando me quedaba callada en silencio… siempre te preocupaba mi silencio, mis ideas de bombero torero… Me faltan esos momentos, besos, abrazos, risas que jamás volverán. Pero un año más me faltas para poder decirte: te quiero. No hay día que no estés presente en mi mente.
Estos días toca rendir homenaje a nuestros seres queridos, pero no solo es este día, existen 365 días en los que cuesta acercarse y cruzar esa verja. Pero lo hago, porque un día prometí que estaría a tu lado y te cuidaría. Siento que de algún modo tengo que llenar ese espacio de color, cierto que las flores no te harán regresar. Pero necesito de algún modo, darte las gracias por cada momento vivido a mi lado, por las trastadas que te hice arrancando las flores de esos maceteros, por los beso que me dabas, por cada vez que me sacabas de apuros en los que acababa metida cuando manchaba la ropa. Siempre me ayudabas y en tu rostro una sonrisa nunca faltaba.
Como colofón, solo puedo decir que ellos siempre están presentes mientras sigan vivos en nuestro corazón. No hay mejores palabras que las de cierto dicho: “Los muertos se van cuando el olvido los sepulta”. Ahora de ti depende lo que decidas hacer… DIARIO Bahía de Cádiz