CARTA AL DIRECTOR enviada por: Al-Hakam Morilla Rodríguez (Liberación Andaluza)
No decid que el Gran Río de la Vida, el Uadi al-Kivir, conduce hacia el amargo delta oceánico de la desesperanza y de la muerte. Juan Peña, tenaz salmón buscando el origen, ha encontrado la raíz profunda de los inmortales. Tras remontar la real Sevilla, ha surcado la califal Córdoba. Atraviesa la ibérica Jaén. Navega por Granada la Sultana. Y al alcanzar Almería, Madre de civilizaciones, tras recorrer todo el Guadiana Menor, saltas de la alfaguara primera más alejada de Sanlúcar, desde las Cañadas de Cañepla.
Y buscas con heroico esfuerzo las acequias moriscas de tus nobles antepasados. Te conducen al Mediterráneo, nuestro Puente hacia África y Oriente. Y en el Mare Nostrum raudo tu corazón se vuelve egipcio. Por tu antigua sangre de viajero del cante y de la seda fluye también el Nilo. ¿Hueles ya los perfumes del Puerto de Quseir en el Mar Rojo? Los negros de Punt te ofrecen su oro, pero tu debes seguir tu peregrinar. Ahora saludas impulsado por un suave monzón al mar del sur de Arabia. La reina de Saba sonríe cuando tu alma acaricia sus costas. Cruzas la desembocadura del Golfo Pérsico. Tampoco el esplendor aqueménida te es extraño.
Ya estás a las puertas de tu Hogar, hermano, en la desembocadura de tu Indo anhelado. ¿Escuchas el frenético retumbar de los tambores, las sensuales melodías? Ahí queda parte de tu tribu, a la que siempre llevaste en el fondo de tu pecho. Por ellos el Árbol de la Vida, casi difuminado, maltratado, aún puede verse en la entrada principal de la Mezquita de Córdoba. Andalusíes de tu misma Raza, mediterránea, bereber, egipcia, negra, árabe, persa, india… la única, verdadera e invicta, la Humana.
Sol blanco de Lebrija, no te has marchado por el oceánico poniente, entre persecuciones y redadas de inquisitorial memoria. Renaces por el latido de tu Arte, eterno, cada alborada. Luz de la Libertad, maestro gitano, que siempre amaremos por ti. DIARIO Bahía de Cádiz
(puedes comentar esta información más abajo)