CARTA AL DIRECTOR enviada por: un nutrido grupo de estudiantes y profesores de la Escuela de Arte de Cádiz
Quién duda que en la ciudad de Cádiz se rebosa arte, que los gaditanos y gaditanas muestran su arte en cada rincón de la ciudad atlántica, pero el Arte empieza a peligrar en el único centro educativo que ofrece bachillerato artístico en la ciudad, dado que se ha recortado una línea de primero de bachillerato de las tres que se habían venido ofertando.
En el curso que viene 47 alumnos y alumnas se quedarán sin poder disfrutar de un derecho humano y constitucional: el derecho a una educación pública. 47 alumnos y alumnas que se quedarán al margen de un centro, la Escuela de Artes, que quizá era un anhelo para un alumnado que no suele encajar en los centros de enseñanza regulares y cuyas consecuencias, bien lo sabemos los profesores, afectan a la propia vida de los alumnos y sus familias.
La cuestión es que la Junta, tratando los datos sin interpretarlos concienzudamente, ha considerado que la ciudad de Cádiz, dado que derrocha arte por todos lados, no goce de una línea de bachillerato y, por tanto, 47 alumnos y alumnas no cursen bachillerato artístico. De las 35 plazas que insuficientemente ofertaba la Junta para el curso que viene, se presentaron 87 preinscripciones de las que, tras la baremación, se han tenido que desechar 47.
Soy profesor circunstancial de la Escuela de Arte (el curso que viene seguramente no estaré, desafortunadamente, allí), pero como ciudadano de una ciudad en la que tiene como seña de identidad el arte, me duele que 47 alumnos y alumnas se queden fuera de un centro que, además de una excelente formación, supone una experiencia para los chavales que encuentran, por fin, en su periplo académico, gente afín con la que compartir su sensibilidad y construir una visión artística del mundo. El recorte de esta línea es un golpe serio al arte en la ciudad de Cádiz y la ciudadanía no puede tolerar este atropello. Por eso, exigimos como ciudadanos a la Junta una solución inmediata, restituyendo, al menos, la línea perdida.
La filósofa Martha Nassbaum en su discurso de recepción del honoris causa en la universidad de Antioquía, decía el otro día lo siguiente: “Si esta tendencia continúa, las naciones de todo el mundo pronto estarán produciendo generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos completos que puedan pensar por sí mismos, criticar la tradición y entender el significado de los sufrimientos y logros de otra persona. ¿Cuáles son estos cambios radicales? Las humanidades y las artes están siendo eliminadas, tanto en la educación primaria/secundaria como en la técnica/universitaria, en prácticamente todas las naciones del mundo, vistas por los responsables políticos como adornos inútiles, en momentos en que las naciones deben cortar todas las cosas inútiles con el fin de mantener su competitividad en el mercado global, éstas están perdiendo rápidamente su lugar en los planes de estudio y también en las mentes y corazones de padres y niños”.
El Arte, y más en Cádiz, no es inútil, es la forma que tienen gaditanos y gaditanas de estar en el mundo. DIARIO Bahía de Cádiz