CARTA AL DIRECTOR enviada por: Rafaela Pastor Martínez
El 8 de Marzo de 1908 es el primero que se celebra propiciado por Clara Zetkin y otras mujeres feministas socialistas, además de los más de 200 años que ya llevaban nuestras ancestras sufragistas y otras mujeres feministas como Emmeline Pankhurst, Elizabeth Cady Staton, Flora Tristán… que lucharon por los derechos del voto para las mujeres, la educación, la abolición de la prostitución o el empleo remunerado de las mujeres. Fue en 1792 cuando Mary Wollstonecraft publica la vindicación de los derechos de las mujeres con alguna de sus frases más conocidas como es “Es justicia y no caridad lo que necesita el mundo” o “No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”. Bien pues hasta aquí, lo que he mencionado es parte de la historia del Feminismo escrito y no menos del activismo que hemos realizado las mujeres que sin lugar a duda somos, el sujeto político del Feminismo.
Muy triste es ver como en este 8 de Marzo de 2020 las mujeres feministas hemos tenido que alzar nuestras voces para explicarle en este caso a la sociedad española, qué es ser mujer, qué es el Feminismo y en definitiva cuál es la lucha de esta ideología de izquierdas, incluyente e internacionalista, tal lo nombra Amelia Valcárcel. Muy triste es conocer que se están confundiendo los derechos sexuales y otros con los deseos, en tanto que se considera que a las mujeres se les puede alquilar, en este caso su vientre como si de compartimentos de un inmueble se tratase, para dejarlas preñadas y comprar a esa niña o ese niño por la cantidad de euros o dólares que permitirán paliar el hambre de esa mujer y sus seres querid@s por un tiempo.
Claro está que esto es una nueva forma de abuso, uso y explotación del cuerpo de nosotras las mujeres. No era suficiente con explotarnos sexualmente, aún en el siglo XXI se sigue manteniendo que la prostitución “es el trabajo más antiguo del mundo”. Preguntemos a cualquier padre o madre si para mantener tal barbarie, abrimos universidades que otorguen los títulos correspondientes y el aprendizaje y contenidos del mismo, que no sería otro que enseñar como tienen que hacer sus hijas una felación y como deben dejarse abusar y violar por los 15 ó 20 varones diarios que les asignan para ser rentables.
Es evidente que tales abusos y esclavitudes hacia nosotras las mujeres se realizan en este país, regado por cientos de prostíbulos en todas las redes de carreteras. Monstruosidades que existen porque hay varones que compran los cuerpos de las mujeres, porque hay varones que engañan a mujeres y a niñas, mayoritariamente huyendo del hambre, de la miseria y de las guerras.
Muy triste es que este 8 de Marzo de 2020 en prácticamente ningún manifiesto que se realiza para reclamar los derechos de las mujeres se haya nombrado la abolición de la prostitución, la prohibición de los vientres de alquiler y la pornografía así como la igualdad salarial entre mujeres y varones y la jornada laboral de 6 horas. DIARIO Bahía de Cádiz